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Nacionales



SAN JUAN

Algunos están señalando culpables, y los hay. Desde hace largas décadas venimos asistiendo a un proceso inexorable cuanto cruel, de inmovilización y desmovilización de las Fuerzas Armadas Argentinas.

No les han ahorrado agravios, ultrajes, vejámenes, hostilizaciones físicas y espirituales. No se las ha dejado de injuriar y de presentarlas a las nuevas generaciones como un hato brutal de genocidas.
  
La prisión retiene a muchos que deberían ser tenidos por héroes, y de la libertad hacen gala el grueso de los enemigos de Dios y de la Patria.

El menosprecio, claro, les ha ensuciado el alma y es lo más grave. Pero les ha enfermado la materia, que hoy significa el derrumbe de sus armamentos, y la dolorosa patencia de constatar nuestra poca valía física.

Tanta, que ante dramas como el del hundimiento del Submarino San Juan, rogamos el auxilio a los mismos que asesinaron ayer a los nuestros en la gran batalla del Atlántico Sur. Y no lo llamamos menoscabo a la soberanía sino solidaridad internacionalista. ¡Cuántas malditas elipsis van y vienen, sustituyendo a la palabra veraz que defina como un tajo!

No son exculpables de este drama las empinadas cúpulas castrenses, cómplices de aquellos precitados enemigos; pero peor aún: verdugos de sus propios camaradas.

Le entregaron sus fueros, sus galones, sus heridas, sus años de servicio; y al final los dejaron morir entre herrumbres, ante el gozo caínico de los cernícalos marxistas.

Mucho menos son exculpables los políticos, desde un mediano antaño hasta el reciente hogaño. Si sus nombres no damos es porque todos tienen el mismo y excecrable nombre: democracia.

A otros, que culpas no mentan, se les ha dado por comparaciones que tienen su asidero. La más certera: tener en vilo a una sociedad por un desaparecido ficto,que apareció al fin para exhibir la nadidad crapulosa de su talla de anarquista blasfemo, y que no guarde proporción alguna ese vivir con el corazón en vilo por los que hasta hoy son una cuarentena larga de desaparecidos reales y honorables. Subleva tanta inequidad manifiesta.

No negamos las razones de los unos y los otros que aquí quedan retratados. Si sirviera para algo, les llegue nuestro apoyo.

Sálvese no obstante un desacuerdo que no es de poca monta: la palabra justiciera que castigue a los infames, cargada de pasión y de vehemencia, no puede ser sinónimo de coprolalia, de exabruptalidad y de guturalidad.

Esta moda malsana no vuelve más eficaz nuestra santa ira. La vulgariza y la destina al olvido.

Se preguntaba Hölderlin para qué los poetas en tiempos de angustia. Ellos–dice el germano‒ son semejantes a los sacerdotes del dios de las viñas, que en las noches sagradas andan de un lagar al otro custodiando las semillas y las siembras. Ellos nos sirven de testigos mientras llegue la hora en que aparezcan muchos héroes, crecidos en la cuna del bronce. A menudo, un frágil navío no puede contenerlos, pero después la vida no es sino soñar con ellos. Porque es mejor soñar con los héroes, que vivir sin ellos y en constante espera.

Sería pertinente recordar estas enseñanzas a los que ahora no cesan de rezumar rencores, resentimientos y angustias sin horizontes sobrenaturales. A los que ahora no cesan su verborrea vacua y huera de todo horizonte sobrenatural y trascendente.

Stella Maris permita que estén vivos. Pero si los tripulantes del Submarino San Juan han muerto, su sangre no fue vanamente derramada.

Brotará al unísono, como la voz imprecante e impetrante de un nuevo Jonás, para espetarle al rostro de la ciudad apóstata y crepuscular, que no se puede vivir sin héroes y sin santos. Que no se debe vivir sustituyendo a aquéllos por los paródicos próceres del espectáculo, y escupiendo a los otros en nombre del secularismo.
  
Sin duda emergerá del mar esa sangre inocente para limpiar tanta hediondez política, tanta falsedad histórica, tanto orgullo nefando por la contranataura; tanto pacifismo budista y tanto veneno cultural y espiritual desparramado a mansalva.

Si nuestros pastores fueran católicos; ya mismo, y en comunión con el Pontífice ‒que se supone que aún recuerda que nació en estos lares y que fue bautizado en la Fe Verdadera‒ deberían repetir sin pérdida de tiempo una antiquísima costumbre de la España Medieval, que fue costumbre también de otras patrias cristianas.

Ante situaciones como las que estamos padeciendo se exorcizaba el océano furioso, acción litúrgica que hacían solemnemente delante de los marinos todos, formados marcialmente cual peregrinos épicos, recitando precisamente el Prólogo del Evangelio de SAN JUAN. Y a continuación, esa brava marinería, arrojaba reliquias veneradas a las olas.

A ver si hay un capellán católico e hispanocriollo en estos lares, que nos convoque a esta acción urgente y urgida. Allí estaremos entonces. Junto a los familiares, los deudos, los que aguardan sin arriar la esperanza, y los que ya han anclado la esperanza en la proa celeste. Allí estaremos, bandera azul y blanca enarbolada, Cruz en alto.

Porque es mejor exorcizar el océano que confiar en la tecnología de los gringos hipócritas. Y es más eficaz aún que toda la parafernalia de la tierra, el entonar a coro, junto a los mojones de un puerto trinitario, las estrofas imbatibles e invictas del Salve Regina.

Antonio Caponnetto

Poesía que promete



44 menos

Faltarán en la próxima partida
cuando el ancla se aparte de la orilla,
tendrá la ausencia un crepitar de quilla
un quebranto salino en plena herida.

Faltarán cuando el casco se sumerja
dejando malecones y banderas,
ojos diestros en velas o escolleras,
cuando la eslora con el mar converja.

Faltarán de vigías, la torreta
preguntará por ellos a los vientos,
sus nombres nos dirán los barloventos,
su arrojo el ondular de una corbeta.

Faltarán si la hélice reclama
su cuidado seguro, justo y propio,
si el timón o el ahusado periscopio
añoran una voz y una proclama.

Faltarán al singlar del mar inmenso
afondando heroísmos argentinos,
custodiando los náufragos caminos
con sigilo marcial, austero, intenso.

Faltarán en las mesas navideñas,
en la sala de partos,en los puertos,
en las rondas de mates, los abiertos
fogones al amparo de las leñas.

Cuarenta y cuatro menos, las rompientes
serán sus tumbas, nuevas alboradas,
que nadie se equivoque, camaradas,
ninguno ha muerto en el San Juan: ¡Presentes!

Antonio Caponnetto

Desde el Real de la Muy Fiel y Reconquistadora Ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo

NICOLÁS II
REINADO, MARTIRIO Y SANTIDAD

Lo prometido es deuda. Esto nos lleva a cumplir  con los camaradas lectores y continuar tratando el centenario del horror máximo que han conocido los siglos: la llamada “revolución bolchevique”. Este horror no perteneció solamente a Rusia por haber sido parido allí, en el mismo sitio donde fue aplastado. Algo del averno hizo metástasis en un mundo ateo y por ende hedonista. Ahora lo vemos repetirse con la bendición democrática, el camino perfecto que facilita su siembra, con el permisivismo y el relativismo.
El genial VILFREDO PARETO (lamentablemente tan olvidado) nos alertaba respecto al monstruo hace ya décadas, en las páginas de brillantes estudios. En este caso nos referimos a “Transformación de la Democracia” en uno de cuyos capítulos escribe el Dr. Pareto: “Consciente  o inconscientemente ,van exhortando a la gente a no contrastar «los tiempos nuevos»… «a resignarse a lo inevitable», a creer «en el evangelio divino del proletario» a transformarse para no ser destruidos, lo que a decir verdad, es darse la muerte para no ser asesinados por otros”.
Decía el Dr, Falcionelli que quienes pretendemos escribir historia tenemos prohibido hacerlo presentando una opinión  ya que ésta viola el farisaico principio de objetividad y tiende a hacer filosofía. Pero “lo que es peor”, por ese camino, podríamos llegar a… la metafísica. Y esto es lo peor porque entonces, “encontramos lo absurdo” ya que la METAFISICA “es el desconocimiento del positivismo, el cual, a decir verdad, nunca supo dar una interpretación valedera de la historia”. Y aquí, llegamos  al objeto de estas cuartillas que tienen como meta dar un perfil del Nicolás II Romanoff mártir, quien como “Ungido del Señor,” tuvo siempre como Norte a Cristo como Rey al que buscaba imitar.
Comencemos por afirmar, que creemos en la legitimidad, del poder del Czar porque estaba basada en los Evangelios. Por ello, la ilegitimidad es imposible de probar. Sabemos por experiencia que éste es un asunto no discutible de buena fe, ya para el modernismo no es “políticamente correcto”. Así como no lo es señalar que las finanzas de los deicidas, fueron causa decisiva en la instauración bolchevique. Con brillantez lo señala el Dr, Falcionelli, diciendo que “los mansos corderos del Politburó, no hicieron más que acostarse en las sábanas apenas tendidas en la cama rusa, por los amigos occidentalistas señores Milúkov y Kerensky”.  A esos liberales demócratas, del Febrero de 1917, hay que agregar que, si lo dejáramos de lado, seríamos culpables del pecado de omisión. Esto fue, la presencia en Octubre-Noviembre de 1917, de los ideólogos psicópatas Lenin y Trotsky junto a los plutócratas Jacobo Schiff, Max Warburg y Walther Rathenau de la Banca Khun Loeb and Company. Se abrió así la horrible trampa para la Santa Rusia. Un paréntesis infernal que duró 83 años.
Para quien nos exige una idea básica, respecto a este trabajo, expresamos que la dinastía Romanoff en lucha durante tres siglos, construyó una nación, partiendo desde los orígenes, llamados “Tiempos Turbios”, hasta la grandeza de las primeras décadas del siglo pasado. Esa familia secularmente reinante, con sus tropiezos y aciertos, merece un lugar prominente en la mejor historia de la Santa Rusia. Intentaremos por ello un juicio justo para el último Romanoff, el Czar Nicolás II, tan denostado por la historia masónica como pesimista y sin carácter.
Lo afirmado por esos escribas, forma parte de las incertidumbres históricas creadas en nuestro tiempo. En primer lugar, el Emperador tuvo un carácter firme para llevar la pesada Corona de Rusia durante 23 años. El Símbolo Imperial se convirtió en corona de espinas en el caminar junto a su familia y se convirtió en un campo de clavos en punta al rojo vivo, cuando se acercaron más y más al Gólgota preparado por el bolcheviquismo desde octubre de 1917. Todo perfectamente construido para consumar las espeluznantes muertes el 16 (28) (Ésta según la fecha del calendario Gregoriano) de julio de 1918. En referencia a los que se refieren al pesimismo saben que ,si en algún momento lo fue, era por realista, y su obra de gobernante así lo prueba. De todas maneras aceptamos como gran verdad lo escrito por George Sorel, quien en las “Ilusiones del Progreso” cuando describe a los psicópatas ideólogos de todos los tiempos, nos dice: “El pesimista no está sujeto a las locuras sanguinarias del optimista que se exaspera ante los obstáculos imprevistos que sus proyecciones encuentran; no sueña con instalar el paraíso de las generaciones futuras asesinando en masa a los egoístas de su tiempo”.
El Soberano que nos reúne en esta nota, había nacido el 6 (18) de mayo de 1868. (Va entre paréntesis, reiteramos, la fecha del occidental calendario gregoriano. En el Imperio Ruso regía el llamado Juliano que tenía 12 días de atraso con referencia al nuestro). Pero prosigamos con el tema de fondo. El niño nacido era el hijo del matrimonio Alejandro y María Fedorovna, sucesores, en ese momento, de Alejandro II Ungido del Señor y Czar de todas las Rusias, el gigantesco Imperio que abarcaba una sexta parte de los continentes. El día del bautizo del Gran Duque Nicolás Alexandrovich, en medio del tañir de las campanas, se produjo un extraño suceso que muchos supersticiosos conmovidos hablaron en Rusia y en el continente “de presagios de infortunios”. El hecho se dio de esta manera. Momentos después que el séquito se pusiera en marcha hacia la puerta principal del Templo, del cojín de terciopelo, que llevaba el ujier, se desprendió, cayendo al suelo ruidosamente, la Orden Imperial de San Andrés que se le había conferido al Infante.
Ese presentimiento volvió a reaparecer cuando el día de la coronación de Nicolás II (su padre Alejandro III había muerto el (1) de noviembre de 1894 de una terrible e implacable enfermedad) se produjo, un gran terremoto en  parte de Rusia.  El historiador Jacoby, al que ya hemos citado, expresa: “Ese sentimiento que la fatalidad nos sigue paso a paso prodigando sus advertencias antes del golpe fatal, moldeó poco a poco el carácter del Czar Nicolás”. Cabe señalar como confirmación a lo transcripto del libro del historiador citado, lo que escribimos a continuación.
Tanto la coronación, como el casamiento del ya Czar Nicolás II, con la nieta de Victoria de Inglaterra, se llevaron a cabo en medio del duelo por la muerte de Alejandro III. Las cortinas de luto, caracterizaron todos los grandes acontecimientos que señalamos en anterior párrafo. La Princesa Alix, alemana de nacimiento, nada exigió por respeto al duelo por el fallecimiento de su suegro. La joven Alix, Duquesa de Hesse, (por su padre que descendía de Carlomagno) adoptó el nombre de Alejandra al ser proclamada Czarina. La novel esposa de Nicolás II había sido educada por su abuela dentro de una estricta moral cristiana. Esta singular adopción se debió a que su madre (como dijimos, hija de la Reina Victoria) al cuidar a su hija enferma de difteria contrajo el mal y se fue hacia Dios en 1878, cuando Alix cumplía seis años.
Tan pequeña había conocido el sufrimiento que nunca la abandonó. Cada mes, visitaba la cripta donde descansaban los restos de su madre mártir y allí pasaba horas orando. Ya entonces, muy jovencita escribía pensamientos como éstos: “En medio de la vida estamos con la muerte. Nuestra vida debe ser la preparación y la espera de la eternidad con Jesús”. Del matrimonio con Nicolás II nacieron María, Olga, Tatiana y Anastasia. “Son las cuatro hojas de nuestro Trébol” las definió su padre, Nicolás II, quien sin embargo esperaba el heredero masculino. El ansiado varón llegó en 1904, anunciado con trescientos cañonazos disparados desde la fortaleza San Pedro y San Pablo de San Petersburgo.
Sin embargo, la gran felicidad de los padres y la dinastía duró muy poco, porque a los seis meses apareció la hemofilia, enfermedad heredada por vía materna amén de ser incurable. Por causa de ella, la sangre del enfermo no coagula y con el mínimo tropiezo o caída se forman cardenales muy dolorosos. Pero hubo algo más en estas vidas de los monarcas martiriales. Se trata de un episodio que creemos fue conservado en los escritos personales del gran Ministro Stolypin (asesinado en Kiev en 1911 por un miembro del grupo deicida anímico racial) que nos privilegia al mostrarnos el alma del César como hombre dispuesto al máximo sacrificio. Aquí lo trascribimos al lector, recordando un antiguo adagio español que dice: “Dime lo que lees y te diré como piensas”… y sientes, se permite agregar quien esto escribe.
El episodio que tomamos del importante estudio de Jean Jacoby, tuvo como escenario, el Despacho de Acuerdos en el Palacio de Invierno. Era un día, en el que el Czar, se mostraba especialmente pensativo. En determinado momento y mientras Stolypin presentaba un proyecto de ley, el Soberano le interrumpió con estas palabras: “Nada de cuanto emprendo tiene éxito, no soy lo que puede decirse afortunado. La voluntad del hombre es, sin duda alguna, insignificante”. Stolypin, carácter enérgico y decidido, protestó.  Entonces el Czar le hizo esta pregunta: ¿“Habéis leído la “Vida de los Santos”?
‒ “Sí, respondió el Ministro aunque no completa, pues tiene más de 20 tomos”.
Ante esa respuesta, Nicolás II volvió a preguntar: ¿“Recordáis el día de mi nacimiento”?
‒ ¿Cómo puedo olvidarlo Majestad? Fue el 6 [18] de mayo de 1868.
‒ ¿“Y cuál es el Santo que se celebra ese día”?
‒ “Perdonadme Sire, pero no lo recuerdo”.
‒ “Pues bien, dijo el Czar, es el de JOB”.
‒ “Loado sea Dios, expresó el ministro, entonces no hay duda que el reinado de Vuestra Majestad terminará en la gloria, pues Job después de haber sufrido con humildad las pruebas más terribles fue bendecido por la Divinidad”.
Luego de un corto silencio, Nicolás respondió con tristeza: “No, creedme, Piotr Arcadievich, es algo más que un presentimiento. Tengo la certeza que he sido llamado a sufrir terribles pruebas, por las cuales, no recibiré ninguna recompensa en este mundo” (…) “¡Cuántas veces podría aplicarme las desoladoras palabras de Job «Apenas me asalta un temor, ya empiezan a realizarse todas y  cuantas desgracias preveo se abaten sobre mi cabeza»”.
El Czar pronunció entonces las frases que hablaban de su porvenir: “Tal vez sea necesaria una víctima propiciatoria para salvar a Rusia. Yo seré esa víctima. Hágase la voluntad de Dios”.
Proféticas palabras donde aceptaba humildemente ser Cordero de Dios a imitación de Cristo Jesús. Un Soberano que, sin duda, sigue siendo ejemplo de valor y grandeza. La crónica del reinado de Nicolás II es un trabajo que seguramente ocupa y ocupará a los historiadores serios y veraces. A la nueva Rusia en la que, la Iglesia Ortodoxa, que ha dejado de ser perseguida, ya elevó a Nicolás y su esposa Alejandra a los altares. Ahora se abre paso el revisionismo histórico que expulsa la mentira marxista del materialismo histórico. El mal no ha prevalecido… Cristo siempre vence.  Por ello tenemos que decirlo claramente: con Nicolás II, Rusia alcanzó niveles de desarrollo solamente superados en la época por los Estados Unidos. Veamos.
Las grandes reformas de las dos décadas del Czar Nicolás II, comenzando por la transformación, agraria. En ella está grabado, para siempre, el nombre de Stolypin quien con el acuerdo del Soberano llevó adelante una reforma agraria de extensión desconocida que hizo de los campesinos propietarios de sus tierras. Dos leyes claves redactadas por Stolypin la primera del 9 (21) de noviembre de 1907 dejó sin efecto ‒señala Facionelli‒ el cerco de la comunidad aldeana la que se convirtió en propiedad absoluta de los vecinos. En junio del año siguiente todos se trasformaron en propietarios individuales independientes. Varios millones de trabajadores de la tierra fueron favorecidos con la misma medida. Se formó así, una capa de pequeños terratenientes cuyos intereses coincidían con los del Estado. Las cosechas aumentaron en un 78 por ciento. Cabe señalar en primer lugar la producción azucarera que aumentó en un 245 por ciento. La industria hullera en un 300 por ciento, la del petróleo en un 65 por ciento, por ciento, sin dejar de señalar las fundiciones, que, como la del hierro, ascendió en un 250 por ciento. Las reservas de oro pasaron de 468 millones de rublos a 1064 millones. Las extensiones de la red ferrocarrilera aumentaron en decenas de miles de kilómetros. El territorio Imperial tuvo la satisfacción de exponer al mundo su ferrocarril hasta Vladivostock con una extensión de 8.000 kilómetros. Así se llegó hasta el océano Pacífico, llevando las actividades a extensas zonas hasta ese momento vírgenes. La guerra de 1914 y los movimientos plutócratas y marxi-bolcheviques de varios años atrás, malograron la grandiosa experiencia que ya era ejemplo para el universo.
En lo internacional, debemos destacar la propuesta del Czar, sobre la creación de un Tribunal Internacional de Justicia que finalmente se concretó. Hoy lo conocemos como el Tribunal de Justicia Internacional con sede en La Haya. Los aspectos de la vida cultural con sus nuevas Universidades y escuelas que por miles se instalaron las dejamos para otra entrega. En ella, si Dios quiere, proyectamos presentar un juicio sobre la “intelligentzia” y en especial mostrar a un Tolstoi ácrata y “cristiano” que cumplió muy bien su parte de saboteador Iscariote en la tragedia de la Santa Rusia de la ejemplar familia Romanoff.
Luis Alfredo Andregnette Capurro

Editorial



CUANDO LOS PECADORES
TIRAN LAS PRIMERAS PIEDRAS
 
Y si lo hirió con una piedra en la mano, por la cual pueda morir,
y muere, es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte”.
(Números, 35, 17)
 
En tanto los hechos, por su propio peso, se tornan evidencias, escaso o nulo es el margen que queda para la duda. Todo se vuelve certidumbre válida.
 
‒ Es evidente que Macri tiene tres ciudades paradigmáticas que guían su gestión gubernativa. Cartago, Sodoma y Sión. En la primera –según nos lo dice Aristóteles en la Política‒ se valoraba más la riqueza que la virtud. En la segunda, los pecados contra natura eran política de Estado. La tercera es el símbolo de la Sinagoga rampante. Símbolo y garantía a la vez del destronamiento intencional de Jesucristo. Menos la Civitas Dei, todo remedo babilónico dará la medida de su polis ejemplar.
 
‒ Es evidente que, para sus opositores, las tres ciudades poseen el mismo encanto; y que la materia que los diferencia ocasionalmente no es el funesto abanico de las predilecciones, sino el que puedan ser los regidores de aquellas urbes siniestras o sus meros secuaces. Idolatran sustantivamente lo mismo porque son lo mismo. Se pelean por la alternancia en los puestos de madame o de ramera, pero todos trabajan para el éxito del mismo lupanar.
 
‒ Es evidente que las izquierdas, con sus tentáculos múltiples, hacen ostentación de actos vandálicos, criminales y delictivos, cada vez que se les ocurre; demostrando que la gimnasia terrorista sigue siendo su apuesta, su fuerte y su curso de operaciones preferido.
 
‒ Es evidente que nadie se atreve a llamar al accionar de esas izquierdas por su verdadero nombre: Revolución Marxista; y hasta se comete el delirio semántico de acusarlas de fascistas por una supuesta obstaculización que ejecutarían del institucionalismo regiminoso.
 
‒ Es evidente que las principales testas crapulosas del oficialismo –del de hoy y del de ayer nomás‒ utilizan a las fuerzas armadas y de seguridad como meros fusibles, para que sobre ellos se descargue todo el odio y la vesania de esas izquierdas pluriformes pero unánimemente asesinas. La consigna emanada de los más altos poderes políticos es que los garantes de la seguridad permitan la consumación de los más graves actos delincuenciales, antes que osar la conjugación del verbo prohibido: reprimir. Y que permitan ser apaleados a mansalva antes que atreverse a conculcar el derecho humano al desmán que posee, de mínima, todo miembro de las troikasnativas.
 
La orden de la lenidad para los cien rostros del salvajismo rojo, se cumple a rajatablas. Su triste consecuencia inmediata también: destrozo de vidas y de bienes, escarnio del orden y victoria del caos. La sangre de un policía o la herida de un gendarme se vuelven invisibles. La más superficial magulladura de un forajido será tenida ipso facto por genocidio. Un vulgar piropo callejero es ahora violencia de género. Lapidar a mujeres uniformadas es protesta social. Los mismos que gritan ni una menos, tienen permiso para usar de blanco mortal a las mujeres de las fuerzas públicas.
 
‒ Es evidente que la Iglesia en la Argentina –que acaba de llevar en andas y en olor de multitud a dos representantes episcopales de la clerecía villeril, ideologizadora del resentimiento y del rencor del lumpen‒ ha tomado partido por el progresismo; herético en lo teológico, subversivo en lo político, insurreccional en lo social y desquiciado en todo. Del Cardenal Primado para abajo, la casi totalidad de los pastores son funcionales, ya no a la apostasía, que es la máxima expresión de su infidelidad, sino al programa revulsivo de las izquierdas dominantes. Su declamada opción por los pobres, no es porque les importe de ellos el bienestar ordenado al Reino de Dios, sino la rebelión social permanente.
 
Bergoglio –en quien se cumple el neodogma de la infalibilidad para el mal‒ sólo le ha insuflado un tinte más ramplón y plebeyo a este cuadro literalmente apocalíptico, pero no lo ha inventado. Su culpa, seamos francos, es atizar hasta el escándalo los carbones del averno, pero el averno ya estaba funcionando hace rato. De todos modos, en el campeonato de los renegados difícilmente le emparde alguno su puesto en la avanzada.
 
Y así podríamos seguir enunciando evidencias, tan palmarias cuanto desgarradoras. La llamada “batalla del Congreso” o “De las piedras”, acaecida el pasado 18 de diciembre, quedará como cifra y epítome de esta patencia de la iniquidad sin freno.
 
Lo que, por culpa del lavado de cerebro colectivo, del pensamiento único dominante y de la execrable corrección política, no se quiere tornar evidente, es que todo esto que ocurre se llama democracia. Se llama triunfo de la mitad más uno, dictamen del sufragio universal, imposición de la deificada soberanía del pueblo, vigencia plena de la partidocracia, constitucionalismo de cuño iluminista, tripartición del poder, representantes del pueblo y todo el repertorio de vejámenes al bien común, fraguado en el aborrecible molde del liberalismo.
 
Sí; lo diremos hasta con nuestro último aliento: la gran culpable es la perversión democrática; intrínsecamente endemoniada, inherentemente pérfida, connaturalmente enferma y nefanda. Toma entre nosotros, rotativamente, los nombres ruines que se han vuelto infamemente familiares: peronismo, radicalismo, socialismo o macrismo, lo mismo da. En sí mismos y en sus caciques son la nada absoluta, la fraseología insustancial, la praxeología aterradora, el activismo oportunista, la corrupción generalizada. Pero en tanto rostros y brazos rotativos de la perversión democrática, su enemistad con la salud de la patria se vuelve absoluta.
 
Que todavía haya supuestos amigos o próximos que no se den cuenta, sólo prueba la eficacia de aquel mentado lavaje de cerebro. Pero que haya otros, capaces de quebrar lanzas por la justificación del sistema imperante, ya no es simple miopía sino culposo contubernio. Son los católicos libeláticos y los argentinos perduéllicos. Libeláticos eran llamados los creyentes cobardes, que para evitar las persecuciones de los poderosos de la tierra, bajo el imperio romano, procuraban tener un libellus o certificado de que habían echado incienso a los dioses. Perduéllicos, en el mismo horizonte cultural romano ya mentado, eran los enemigos internos de la nación. Se lleven ambos grupos nuestro mayor desprecio. Unos y otros, de consuno, trabajan para probar la licitud y la conveniencia de legitimar la inserción en el sistema democrático. Que es trabajar para legitimar la conculcación del Decálogo.
 
Nuestro Señor enseñó, para ejercitar un acto real y concreto de misericordia, que el que estuviera libre de pecado arrojara la primera piedra a aquella desdichada mujer adúltera. Y apaciguó la iracundia del fariseísmo. Hoy, la hez de los pecadores y viciosos, de los crápulas e indecentes de la peor ralea, de los que no se diferencian en nada de una náusea o de un esputo, han invertido el mandato de Cristo. Sus piedras arrojadas a mansalva y con la anuencia despiadada de todos los poderes políticos, claman al cielo pidiendo justicia.
 
En esta nueva Navidad doliente, se nos conceda la gracia de ser los artífices de aquello que imploró y que prometió Isaías (9, 10): “Los ladrillos han caído, pero con piedras labradas los reedificaremos; los sicómoros han sido cortados, pero con cedros los reemplazaremos”.
 
Que otros tengan vocación de sufragistas, de congresales, de demócratas con encuestas al tope y estadísticas a favor; de módicos funcionarios del macrismo, del peronismo u otras subpurulencias derivadas. Se sumarán al infierno.
 
La patria necesita varones y mujeres con vocación de cedro y de piedra labrada. Se sumarán a ese paraíso, joseantonianamente concebido, con ángeles portadores de colosales mandobles en los aguilones de la puerta.
 
Antonio Caponnetto
 

Hermanitos perdidos



DEL COLOR DEL MAR
 
A veces no era más que un remolino breve, una espada estrecha y negra entremetiéndose en el mar.
 
El mar lo dejaba hacer y recorrer los tenebrosos abismos como un gigante entre dormido y distraído. Pero hoy la muerte se deslizó entre las aguas oscuras acechando, golpeando fieramente al San Juan.
 
Había marinos a bordo, había argentinos  hombres y mujeres que elijieron el arduo destino de cuidar la patria en la profundidad del mar.
 
Hay quienes dicen que esos marinos están muertos.
 
Hay quienes dicen que a esas profundidades de asombro ningún hombre puede sobrevivir.
 
Hay quienes dicen y dicen, olvidando que esos marineros no son de la especie común y corriente.
 
Hay quienes buscan primicias o rating en sitios donde hay mucho dolor de patria herida.
 
Hay quienes acusan de no haber proveído de recursos seguros a las armas y tienen razón, aunque suelen ser los mismos que exigían y festejaban el desmantelamiento de nuestros ejércitos.
 
Hay quienes ignoran la comunión que se da entre los que viven las mismas privaciones y los mismos peligros, sobre todo si lo hacen a la vista de un amor más grande que todos ellos.
 
Hay quienes escriben, 44 menos, en algunas paredes de la Plaza de Mayo. O sea, hay argentinos a los que apenas de les podría reconocer su condición humana. Demostrando lo corta que suele ser la distancia entre lo humano y el envilecimiento absoluto.
 
El codicioso mar, mientras tanto, sediento de grandeza, los retuvo en algún lugar tan profundo y extraño como la vida.
 
Ahora son parte definitiva de ese territorio submarino y nuestro, de ese mundo de extraño e irregular color, “del color del  mar”.
 
Los argentinos amantes de la verdad los hemos incorporado al lugar más justo y más digno de la historia patria, los ubicamos en el exacto sitio de los héroes porque contra viento y marea fueron hasta el final, cargados de misión y de destino.
 
Lo ganaron por valentía propia, por la atrevida osadía de defender a a la patria desde la frágil, desde la inquietante estructura de un submarino carcomido por la corrupción, esa pudrición del alma llamada corrupción que una y otra vez vuelve a matar argentinos.
 
Estos 44 compatriotas no celebrarán esta Nochebuena con sus familias y amigos, pero, cómo no sospechar que Stella Maris, la Virgen Madre que bien sabe de dolores, habrá vuelto la mirada hacia sus hijos marineros y al oído del Niño que acaba de nacer murmurara dulcemente aquél: “sálvalos”, estremecido de misericordia.
 
Miguel De Lorenzo
Buenos Aires 20 de diciembre de 2017
 

Poesía que promete

ABRAMOS LOS TESOROS
 
 “...Y he aquí que la estrella, que habían visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando se detuvo encima del lugar donde estaba el niño[...]. Luego abrieron sus tesoros y le ofrecieron sus dones: oro, incienso y mirra” (San Mateo, II, 9-11).

 
 
No fue fácil el viaje, la andanza era riesgosa,
por alcorces de nieve, por prados con estigmas,
los vigías de Herodes merodeando la marcha,
y una mezcla de pálpitos, incógnitas y enigmas.
 
Difícil andadura, cargando lejanías,
presintiendo la gloria de un Rey Amanecido,
el júbilo inefable del misterio primero
encarnado en un Niño, expectante y dormido.
 
Sin embargo la gracia de una estrella anfitriona,
como un candil celeste o una llama lumínica,
les marcaba la ruta inaugurando advientos
de aquella intemporal y festiva domínica.
 
Llegados al pesebre, un regocijo grande
‒en una gran manera, según cuenta Mateo‒
extasió a los viajeros, veteranos en magia,
partió el silencio un ángel con su fiel aleteo.
 
A solas en la augusta soledad del establo,
bendita epifanía, monástica clausura,
los regios visitantes cuartearon sus alforjas
entregando sus prendas con viril donosura.
 
Que era Dios cuan monarca y a la vez era humano,
omipotencia entera  y a la par indefenso,
cifraron sus obsequios la betlemita noche:
la mirra, el oro puro y el aromado incienso.
 
¿Qué daremos nosotros sin caudales ni acervos,
despojados del Credo, del ritual, de varones
portadores de mitras, jerarcas de la Fiera,
devenidos en lobos, pertinaces felones?
 
Te llevamos,Señor, lo que nadie nos quita,
la sangre de los mártires que jamás se coagula
este anhelo de verte, así el mar a la roca,
la patria que nos diste: la que no capitula.
 
Te llevamos la ciencia de los Padres, la Summa,
las Actas de Nicea, el valor de Atanasio,
la parresía invicta de aquellos perseguidos,
los laudes tempraneros, el ocre iconostasio.
 
Te llevamos las cruces, el pendón oriflama,
las aspas jacobeas, el honor de un cruzado
la Fe del carbonero con la sacra sapiencia,
¡Abramos los tesoros, el Logos se ha encarnado!

Antonio Caponnetto

In memoriam



CIRIACO CUITIÑO

1853 -29 de Diciembre- 2017
Ante un nuevo aniversario de su asesinato

“Nada como esa Federala manera de vivir y de morir”
Jorge Luis Borges


‒ I –

La historia falsa te robó la vida,
ya nadie sabe que tuviste una
alboreada en Mendoza, la querida
tierra criolla de altozana luna.
Después de una cuyana despedida
hasta Quilmes te trajo la fortuna

y fue tu espada de Teniente, fiera,
y tu mano de Alcalde justiciera.


Justo en tierras quilmeñas, pendenciera,
una balandra inglesa amenazante
osó desembarcar en la escollera.
Pero allí estabas, con valor rampante
defendiendo el honor de la bandera,
junto al gaucho, al vecino, al vigilante.

Desde entonces te vieron las auroras
Jefe de las Partidas Celadoras.


Tu fama ecuestre galopó las horas
oteando anocheceres y terrenos,
batallón de memorias campeadoras.
Tu destino era el Cuerpo de Serenos
de guardia bajo estrellas bruñidoras,
acechando emboscadas, rayos, truenos.

Lo supo Juan Manuel y atando tientos
te confió mazorqueros regimientos.


‒ II ‒

No te faltó el combate a campo abierto
en el Puente de Márquez o en el Norte,
si quedaba pendiente algún entuerto
por desfacer de la unitaria cohorte.
Ven tu mano y detrás ven algún muerto,
un degüello o tu daga, sangre y corte.

Ni ven la patria traicionada al sesgo
ni tu lanza leal, tu cuero en riesgo.

No ven, mi Coronel, a los arteros
puñales de intenciones alevosas.
Cuando sombríos son los derroteros
sólo nos salva Juan Manuel de Rosas,
alistando tropeles de guerreros
encadenando ríos, aguas briosas.

Que el oro gringo nunca te asalarie,
después, no importa, ser de la barbarie.


‒ III –

Un día amanecimos derrotados,
sin ceibos ni calandrias ni pendones
rojinegros al viento. Deportados
nos fueron el honor y los varones.
En Caseros murieron fusilados,
¡cuánto dolor en las tribulaciones!

Tuvo el responso patrio, luto, incienso,
tu cadalso un cordel rígido y tenso.


Un día, Don Ciriaco de San Telmo,
Adalid de los vivas y los mueras,
la cucarda punzó ya no fue el yelmo,
las tacuaras no fueron más fronteras
y el fogón federal no fue más cuelmo.
Camisa al calzón gaucho te cosieras,

pues para un federal, aunque colgado
el pantalón no puede ser arriado.


‒ IV ‒

A viva voz te despediste, recio
como el tronar de férrea sudestada.
El calabozo no encerró el desprecio
hacia el verdugo, y con la voz alzada
llamaste por sus nombres, con aprecio
a cada reo: ¡arriba camarada!

Ordenaste el disparo al fusilero
sin vendas ni temblores, altanero.


Que en el juicio final no esté el cuchillo,
pedía Borges: la filosa faca
con que montabas a tu fiel tordillo,
bermejo el poncho, roja la casaca.
Creo más bien que Dios izó el cintillo
azul y blanco en la celeste estaca,

y le ordenó vivir en recompensa
en la esquina de Luján y Defensa.

ANTONIO CAPONNETTO

Como se pide

Buscando un destello de luz entre el caos social,
las simplificaciones y el Sistema

·        Este lunes 18 de diciembre pudimos ser testigos de un estado generalizado realmente caótico en el centro de la Capital Federal: la insolencia de cientos de resentidos, el vandalismo, el odio al orden, todos gracias a la manipulación de miles de personas. Auténticos delincuentes, no manifestantes, como los llaman graciosamente ciertos sofistas disfrazados de periodistas. Es cierto que hubo reclamos en paz. Pero lo que movió la aguja fue el caos, y apuntar esto no es adoptar un sesgo interesado sino reconocer lo principal.

·         Ya no se trata de la reforma previsional, se trata de estar en contra de Macri o no. Quienes protagonizaron estos actos delictivos muy probablemente no conocen la complejidad del tema económico, pero se oponen con decisión a este proyecto ––generando toda suerte de desmanes–– porque proviene del riñón de CAMBIEMOS. A los vándalos les pagan 400 pesos por día para generar caos, y ese dinero de algún lado sale. Dicen defender a los jubilados, pero “para defenderlos” perjudicaron a cientos de miles de personas, sin contar las millonarias reparaciones. Efecto similar tuvo el paro de la CGT, que respecto de Aerolíneas Argentinas por ejemplo afectó a 20.000 personas. ¿Alguno de esos 20.000 había propuesto la reforma previsional? Tampoco importó las miles de personas afectadas a causa de la suspensión del servicio de trenes y subtes, ni la reducción en el horario de atención de los bancos y hospitales.

  • Si lo Político es superior a lo Económico, no podemos cerrar los ojos ni tampoco minimizar la gimnasia revolucionaria que la izquierda ––tanto kirchnerista como no kirchnerista–– y los anarcos desplegaron en los últimos días, no sólo ayer. Los mismos que bancan el terrorismo de los mapuches Los mismos que salieron a romper todo sin saber que Maldonado se había ahogado pero acusando a la Gendarmería. Los mismos que sintieron una íntima complacencia cuando 44 argentinos desaparecieron en el Submarino ARA San Juan. Los mismos que ofician de fuerza de choque de cientos de mujeres endemoniadas en el marco de los Encuentros de Autoconvocadas. No se puede ver la situación de ayer como una foto sino como una película.

  • Tomemos nota los que queremos ser nacionalistas, los que a pesar de nuestras debilidades somos católicos, porque ahí tenemos uno de los enemigos, claramente perfilado. Su nombre no es Partido Obrero, su nombre no es MST, su nombre no es MTL o SUTEBA, su primer nombre es Subversión. Caos. Su segundo nombre es contradicción, porque ––como supo decir Carlos Alberto Sacheri–– ellos no quieren que los problemas se arreglen, quieren que las cosas estén peor. Porque la contradicción es el motor de la historia (de la historia marxista). Les encantaría que haya un muerto porque a los muertos los aprovechan mejor que a los vivos. Y si no, pregúntenle a Maldonado. O a Mariano Ferreyra.

  • Subversión es una palabra que, en el horizonte mental progre, salpica. La quieren asociar al Gobierno Militar, de forma tal que si vos señalas a alguien de subversivo, “sos represor”, “sos golpista”, “haces apología del terrorismo de estado” y mereces la cicuta. Sin embargo, son los mismos que no temen llamar el Primer Subversivo de la Historia a Cristo. Delicias de la guerra semántica. Por eso hay que decir que lo que este término realmente significa. Subversión es alteración de lo principal. Subversión es invertir la realidad, darla vuelta, que lo primero sea lo último, que lo último sea lo primero. Subversión es que las calles estén dominadas por delincuentes, no por la policía. Subversión es que los delincuentes no tengan temor a practicar la violencia, pero que los policías tengan temor a cumplir su deber ––mantener el orden–– porque los comisarios políticos de los derechos humanos vigilan. Subversión es que una parte de la opinión pública se sensibilice cuando le pisan el pié a un delincuente y que ningún repudio, ninguna reacción, ningún asco genere esta orgía de vandalismo.

  • La izquierda y el kirchnerismo no cree en las instituciones, pero las usan: se llenan la boca con la palabra “Democracia” todos los 24 de marzo, repudiando a los militares por haber volteado el orden constituido. Pero ellos intentan ahora voltear el orden constituido sin que les tiemble el pulso. Muestran el diploma de sensibles en una mano mientras tiran piedras y cascotes con la otra. No se trata sino del constante juego de transformaciones, ese jugar a ser ya víctima, ya agresor, estrategia utilizada para atacar, replegarse, desarmar al oponente y luego volver a atacar. Los K no se quedan atrás en estas incoherencias: salieron el lunes a protestar cuando fue precisamente Cristina la que vetó el 82% móvil. En ese sentido, los anarcos son más coherentes porque no ocultan sus colmillos.

  • Mientras más se lee del tema de la reforma previsional, procurando buscar objetividad y buen juicio, mayor conciencia se tiene de su complejidad. Por ejemplo, la mayoría de los números que se están invocando ––ya a favor, ya en contra–– juegan con hacer supuestos sobre cómo van a evolucionar los índices de ajuste de los dos modelos (el anterior y el nuevo). Sin embargo, sólo hay certeza sobre los índices del 2018, porque este índice usa como base de cálculo indicadores hoy conocidos. El resto, es hipotético. Altamente hipotético.

  • Sin embargo, quienes vienen protagonizando actos delictivos se desentienden completamente de estas consideraciones. Lo mismo quienes los apoyan, y su arrogancia se deja ver en cada oportunidad que tienen para hablar sobre el tema, desde las redes sociales por ejemplo. Todos saben todo, todos están muy seguros. Por eso, es evidente que los jubilados son una excusa: miles fueron a generar caos porque les pagaron, fueron porque están en contra de Macri, no hubiesen ido si no les pagaban, no conocen en profundidad la reforma. La izquierda, en particular, dice defender a los jubilados: ¿serán los mismos jubilados a los que no tiene empacho en matar, si de eutanasia se habla? ¿Serán los mismos jubilados a los que desprotege cuando son víctimas de robos y asesinatos? Cuando un delincuente lo mata en un contexto de inseguridad, no les importa. Pero ahora son “la causa”. Nos mintieron descaradamente con Maldonado. ¿Les vamos a creer ahora esta generación espontánea de nobleza?

  • Pero si este artículo terminara con este repudio y nada más, sería incompleto. ¿Por qué? Porque siendo, o intentando ser, herederos de la mejor tradición del nacionalismo ––caracterizado por la lucidez de los diagnósticos, en el medio de las simplificaciones–– no podemos señalar como adversarios políticos sólo a la izquierda, al kirchnerismo, al anarquismo y a los infelices que destruyen todo porque les pagan. Frente a ellos y a nosotros están los políticos liberales, los políticos progresistas, los ideólogos bienpensantes, moderados. No se necesita ser marxista para ser antipatria. El liberalismo es tan repugnante, tan antipatria y tan anticristiano como el marxismo: aunque lo disimule mejor. Como en todo, hay gente engañada. Hay gente que cree ser liberal porque es antipopulista, etc. Pero el liberalismo es otra cosa, porque los nacionalistas también somos antipopulistas.

  • Son muchos los que se consuelan con el pensamiento de que Macri no es Cristina, apuntando y aplaudiendo cómo una serie de personajes impresentables son llevados ante la Justicia. Bien por eso. Que devuelvan lo robado. Pero no se puede bajar la guardia, la Argentina no puede descansar en esta situación. ¿Qué patria puede haber mientras Rodríguez Larrata homenajee a personas cuya principalía consiste simplemente ––como el desdichado Carlos Jauregui–– en haber intentado presentar la homosexualidad como una opción de vida? ¿Qué protección de la familia en nuestro país puede haber si María Eugenia Vidal dice estar “en contra” del aborto pero no se opone a que se debata el aborto? ¿Qué Nación nos espera si en el Senado flamea la bandera del arco iris homosexual al lado de la bandera nacional? Como dice Mónica del Río desde el boletín Notivida: “El Gobierno nacional promueve el turismo homosexual e intenta consolidar a Buenos Aires como el principal destino LGBT del mundo”. Por eso, el problema es más de fondo que si Macri o si Cristina.

  • Quizás lo más grave de la situación de ayer es la división en el campo propio. Una división lamentable, con gente buena y decente de ambos lados, atrapados en una discusión que no nos pertenece. El debate por la reforma previsional es un micro pelea dentro de una mucho mayor: Macri o anti Macri. Y esa pelea no nos pertenece, como tampoco Cristina o anti Cristina. Obviamente, la discusión por una jubilación digna sí nos pertenece.

  • Con realismo, tenemos que entender que nuestro poder de gravitación en ella es pequeño, y que será menor en la medida en que hablemos irresponsablemente. Se habla irresponsablemente cuando se ignora elementos clave. ¿Sabemos, por ejemplo, que el sistema previsional se discute no sólo en la Argentina sino en todo el mundo, y desde hace ya varios años? En parte, es inevitable: el significativo aumento de la expectativa de vida en los últimas tres décadas ––consecuencia del potente avance científico–– vuelve inviable la financiación de un sistema previsional pensado con los parámetros de hace 30 años. ¿Sabemos o tenemos en cuenta cuánto incide en la realidad macroeconómica global de la Argentina la gran cantidad de trabajadores en negro, cuyos empleadores no aportan al sistema previsional? El aumento de impuestos por parte del Estado desalienta la incorporación de empleados en blanco; muchos empleadores evaden. ¿Nos damos cuenta de todo lo que “se come” la corrupción, la coima, el sobreprecio en la obra pública, en una palabra, la deshonestidad? Los impuestos serían más bajos si la honestidad fuese la regla N° 1 de los estados. Por último: ¿somos realmente concientes del problema de tener cada vez menos hijos, de formar menos familias, lo que genera un desbalance demográfico de proporciones alarmantes? Nunca pensamos lo decisivo que sería el control de natalidad, la anticoncepción y el aborto para nuestro futuro, ¿pero ahora? ¿Y si probamos fomentando la familia en la Argentina? ¡Cuántos nacionalistas parecen ignorar estas consideraciones! Al estar estos elementos ausentes, la discusión suele reducirse a un griterío entre vedettes de Showmatch. Visiones sesgadas, egoístas, espiritualmente pequeñas e intelectualmente miopes.

  • Otro elemento capital, completamente ausente en la mayoría de los debates al respecto, es la distinción entre la medida (la reforma) y el argumento en base a la cual se la quiere implementar, lo que nos lleva a discutir el papel del ahorro. Por supuesto que el objetivo del ahorro es legítimo en sí mismo, habida cuenta del déficit fiscal: en principio, es por lo menos peligroso gastar más de lo que se percibe. Pero la historia y la política no es la historia de la caja de ahorro, como bien denunciaba Charles Peguy. No se puede reducir la justicia y la economía al puro cierre de balances económicos, al equilibrio financiero estatal, porque hay cosas que no se pueden sacrificar en el Altar del Ahorro. La discusión en torno al papel del ahorro –ya como medida prudente, ya como fruto de la avaricia o de la usura– está completamente ausente, predominando una mentalidad cuantitativa que no parece tener en cuenta las cuestiones de justicia objetiva de la realidad (la racionalidad económica).

  • También hay que entender que no todas las obras de los malos son malas. Dios sabe que no somos kirchneristas: sin embargo, mientras gobernó Néstor y Cristina, los análisis de prestigiosos nacionalistas sobre muchas de las medidas económicas permitían concluir que no todas ellas eran malas, algunas eran muy buenas, al menos en la letra o en la teoría. La misma situación puede ocurrir hoy: hay medidas liberales del gobierno de CAMBIEMOS, sí, pero también hay medidas no liberales. Lo fácil es pegarle en bloque, lo difícil es intentar entender.

  • Tampoco se ve con claridad que para poder atacar lo malo es necesario primero entender qué es lo bueno, lo que a pocos les importa, porque implica el esfuerzo de estudiar a fondo, en vez de repetir slogans. Y que supuesto este escalón, muchísimas veces ausente, hay que atacar el mal con el suficiente cuidado de no terminar destruyendo otras cosas buenas. No se puede incendiar el país para oponerse a las políticas liberales. Porque los paros afectan al país en su totalidad. El país entero pierde con el paro; es golpeado Macri, sí, pero también son golpeados muchos otros inocentes. Rehenes en esta locura de la democracia.

  • Por eso viene a nuestra mente las palabras de Enrique P. Osés, brillante nacionalista del primer tercio del siglo XX: “No. Otra vez y mil veces no. Ni sostén, ni báculo, ni apoyo, ni colaboración, ni tolerancia, ni transigencia, con este régimen…”. El problema es el Sistema. He aquí el tercer nombre de nuestro adversario: el Sistema. “Nos regimos por un concepto integral, de la política, de la economía, de la vida, de la moral. No constituimos un partido; no representamos una porción del pueblo. No tenemos una solución para cada problema aislado del país. Somos la totalidad de la Nación y queremos una ordenación total de la patria, desde sus cimientos hasta su espíritu” escribió Osés.

  • Hay una trampa mental antes que política, como también lo supo señalar Jordán Bruno Genta. La trampa mental está en mostrarnos dos males, y hacernos elegir democráticamente. Algunos dicen que “hay que salvar las instituciones. Decimos que no. Decimos que hay que salvar al país de las instituciones en que está bloqueado” insiste Osés. Algunos dicen que “Hay que salvar a la Democracia. Decimos que hay que salvar al país, de la Democracia”. Tenemos que construir un espacio propio, por fuera del Sistema, donde podamos expresar verdades de puño sin quedar ligados (o al menos, intentándolo) ni a un discurso ni a otro. José Antonio Primo de Rivera sintetizó de manera magnífica: No soy de izquierda, porque la izquierda quiere destruirlo todo, incluso lo bueno. No soy de derecha porque la derecha quiere dejarlo todo como está, incluso lo malo.

  • Mientras no entendamos ésto, mucha gente buena será arrastrada por el activismo, por el “hacer algo, no sé bien qué, pero al menos hacer algo” y quedarán pegados a los que hacen cualquier cosa. El error inverso es domesticarse, adaptarse al statu quo, y consolarse con el pensamiento de que Macri no es Cristina. Nos espera un arduo combate, no podemos ser víctimas ni del activismo ni de un espíritu conservador. El conservador se limita a no perder lo que alguna vez tuvo, nosotros tenemos que intentar reconquistar. El nombre de la Reconquista debe ser nuestra insignia: “Somos invencibles”, repite finalmente Osés. “No perdamos un solo instante la conciencia de nuestra fuerza. Porque hemos traído a la lucha el arma que no se mella jamás: la verdad”.

Por Juan Carlos Monedero (h)



Genéricas



¿QUÉ ES LA TEORÍA QUEER?

EN LA MATERNIDAD “UN MUNDO FELIZ”

‒ ¡Nació, nació! - ¡Excelente, al fin llegó; cómo se hizo esperar!

‒ ¿Es un varoncito?  - ¡No sé, mamá, no sé; creo que sí. Ahora nos dirán!
(Diálogo entre el papá del recién nacido y su madre, la abuela ).

Buenas tardes, ha nacido un bebé que tiene las características externas del sexo masculino. Nació muy bien y ahora está en Neonatología para unos exámenes de rutina. La madre está… (la enfermera comunicando la noticia es interrumpida).

‒ ¡Viste Gonzalo, te lo dije, era un varón clavado! ¡Es el quinto en la familia! ¡Tenemos para un equipito de fútbol! (El abuelo del recién nacido) - ¡Y para los asados del futuro, viejo! (Gonzalo, el papá).

‒ Quizás tienen algunos nombres pensados; pero les sugiero que no le pongan ninguno todavía. Esperen para ver cómo se van dando las cosas. Tal vez Ustedes quieran que el niño sea varón pero hay que esperar para ver cómo se percibe él o ella. (Enfermera, nuevamente).

‒ ¡¿Qué?!, ¿cómo, perdón? ¡No entendí! ¿No dijo que es un varón? ¿Qué es eso de “esperar” y lo otro que dijo, ¿cómo era? (…) ¿él o ella? ¡¿ella!, ¿percibir? (Perplejos, los abuelos y el papá recitan a coro estas preguntas).

‒ ¡Calma, señores! Les explico lo más fácil que pueda. El recién nacido ‒¡ay, la gramática es machista desde el vamos!‒; la persona que ha visto la luz (“así está mejor”, pensó la enfermera) tiene los órganos sexuales de los que nacen como varón. Y es verdad que cuando nace un varón, o una niña, los padres, los abuelos, los tíos, hermanitos, dicen ¡es varón!, ¡es nena!, y ahí nomás empiezan a decir cómo se llamará, con nombres de varón o de mujer; eligen la ropita para vestirlo, blanca los primeros días, pero también celeste, si es varón, rosado, si es mujer. ¡Y también, como dijo el señor (señalando al abuelo) “va jugar al fútbol”, si es varón, o a las muñecas, o no sé, si hubiera sido mujer! ¡Familia, cada uno es varón o es mujer, no porque tenga unos genitales así o asá; cada uno es lo que es por los roles y las expectativas que la sociedad nos pone encima desde el momento en que nacemos! (cerró su pequeño discurso la enfermera, enfatizando “roles”, “expectativas” y “sociedad”).

‒ ¡Perdone enfermera, pero no entendí mucho lo que dijo! Para mí es varón y ya está; ¿qué es eso de “roles” y “expectativas”? (el abuelo, perplejo todavía por lo que dijo la enfermera).

Son palabras de la sociología, papá (acota Gonzalo tratando de explicar a su padre).

‒ ¡Exacto; son palabras Gonzalo!, ¿es su nombre, verdad?. Pero como decía un filósofo inglés, “con las palabras hacemos cosas”. Matías, podría ser el nombre de esta persona, por ejemplo; pero, ¿por qué no Jazmín y a partir del nombre, educarla como niña, como se hace en algunos países avanzados. ¡O también esperar que el recién nacido decida qué quiere ser! “Uno es lo que decide hacer”, ha dicho otro filósofo (la enfermera, desde el Olimpo de la Ciencia Social más avanzada, explicando a los familiares).

‒ ¿Usted es enfermera o qué? ¡Usted perdone pero me parece que lo que dice es una locura! (contesta la abuela con fastidio).

‒ No vaya a creer, señora. Las mentes abiertas y de avanzada la llaman ´teoría queer´.


LA “ENFERMERA FILÓSOFA” JUDITH BUTLER

El nombre y la identidad de la ficticia enfermera de la historieta bien podría ser el de Judith Butler, nacida hace sesenta años en los Estados Unidos; y, en rigor, filósofa  y profesora de Retórica, Literatura y Estudios de la Mujer en la Universidad de California, Berkeley. Traducida a más de veinte idiomas, Butler se hizo mundialmente conocida por su best seller´El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad´ (1990). Aunque ella pareció sorprendida por el impacto que provocó el libro, la incipiente teoría queer de aquellos años lo tomó como estandarte de combate y sirvió para hacer estallar los últimos jirones del concepto de identidad sexual y hasta “se llevó puesta” la teoría del género.

¿Cómo es que “se llevó puesta” la teoría del género? ¿No es que el enfoque de género es el ultimísimo grito de la moda? ¡No del todo, señor!, pero antes hagamos un poco de semántica. El vocablo queerno tiene una traducción directa al español. El adjetivoqueer significa “raro”, “torcido”, “extraño”. Como sustantivo,queer significa, vulgarmente, “maricón”, “homosexual”, “gay” y se lo ha utilizado de forma peyorativa en relación con la sexualidad designando la falta de decoro y la anormalidad de las orientaciones lesbianas y homosexuales. El verbotransitivo queer expresa el concepto de “desestabilizar”, “perturbar”, “jorobar”; por lo tanto, las prácticas queer se apoyan en la noción de desestabilizar normas que están aparentemente fijas. La teoría queer se ha intentado traducir como teoría torcida, teoría marica, teoría rosa, teoría “entendida”, teoría transgresora; también se la denomina como categoría identitaria adicional o alternativa. Sin embargo, al intentar traducir el vocablo se pierde el sentido preciso que tiene en la lengua inglesa razón por la que se ha preferido conservar la expresión original.


LA LLAMADA “PERSPECTIVA DE GÉNERO”

Las internacionales anti-natalistas, prohijadas por la ONU, impusieron la “perspectiva de género” para ampliar la relación entre las nociones de sexo biológico e identidad sexual. Así, génerosería la interpretación psicológica del sexo admitiendo que no siempre existe una relación lineal entre sexo (biológico) y género. El problema del género aparece cuando la interpretación psicológica de la sexualidad difiere conflictivamente con la realidad biológica del sexo. Y la perspectiva del género se convierte en ideología cuando define como premisa universal que el sexo biológico es un dato ´ciego´ (o mudo) de nuestra identidad sexual que necesita de un lenguaje que lo re-elabore admitiéndose, en primer lugar, que la hermenéutica de mi sexualidad es la que configura mi identidad sexual; y, en segundo lugar, que dicho lenguaje ha de posibilitar y favorecer variadas interpretaciones de la identidad. En tal sentido, por ejemplo, el artículo 2 de nuestra Ley 26.743 de Identidad de Género (09/05/2012) define “(…) identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido (…)”. Si el género es la auto-percepción que cada individuo tenga de su sexo, luego, entonces, podrá construir su identidad de acuerdo con la siguiente fórmula, “sexo más interpretación”.


DEL “GÉNERO” A LO “QUEER”

La teoría queer diría que es insuficiente entender el género como la impronta psicológica o cultural del sexo biológico o cromosomático –ésta sería la “lectura feminista establecida” o la “clásica teoría de género”‒; el género, al fin de cuentas, es una práctica discursiva permanente y estructurada en torno al concepto de heterosexualidad, entendida como la norma de las relaciones humanas y no solo como la de las relaciones entre los sexos. A partir de las re-formulaciones de Butler, el género no será más la expresión de un “ser interior” (un varón encerrado en un cuerpo de mujer; una mujer encerrada en un cuerpo de varón) o esa suerte de “interpretación” de un sexo que estaba allí, antes del género (me “siento” varón aunque mi sexo biológico sea el de mujer).Nuestra autora interpreta el cuerpo como una “práctica significante” o, dicho de otro modo, el cuerpo es o expresa una práctica social en la medida en que la percepción del sexo (biológico-genital) crea y manifiesta una determinada valoración social.

Judith Butler argumenta que las tentativas por presentar cualquier identidad como fundamento o como “conquista” refuerzan inevitablemente las estructuras normativas binarias de las relaciones sexuales, de género y libidinales vigentes. Es decir, lo “queer” reprocha al “género” operar como un dispositivo productor de subjetividad y de identidad, aunque sean alternativas. La teoría queer desencializa radicalmente, o desliteraliza como se dice también, las categorías de sexo y de género y ha servido como fundamento teórico y como herramienta política para legitimar una serie de colectivos catalogados (en el pasado, hace unos veinte años) como “minorías sexuales”, quienes (junto a las mujeres) eran, y continúan siendo, excluidos, segregados y estigmatizados por la normativa binaria de género. En este sentido, entonces, el giro copernicano dado por la Butler contribuyó mucho al crecimiento y a la expansión de los movimientos queer y también transexual, intersexual, transgénero, etc.

¡Amigos, me quedé sin espacio! Sigo en la próxima. ¡Me voy con Gonzalo, con Sofía y con su bebé recién nacido!

Ernesto Alonso

Repasos



ORIGINARIO

“No te metás con batata, porque batata es mi amigo”
Felipe de Edimburgo

Repasemos los hechos que han facilitado el paso a la conjunción y armonización de los intereses del Nuevo Orden Mundial. Al finalizar la II Guerra Mundial, se reunieron en Yalta, entre el 4 y el 11 de septiembre de 1945, los líderes de las naciones vencedoras en la misma: Roosevelt, Stalin y Churchill, para la organización del reparto de las áreas de dominio mundial, pero al poco tiempo, este tipo de reparto se mostró insuficiente, admitiendo, particularmente las zonas mayores: la soviética y la anglosajona, la necesidad de adaptación a los cambios que se fueron produciendo hicieron anacrónica y demostraron que el orden internacional no podía fundamentarse únicamente en la imposición de una obediencia ciega de los países débiles y vasallos, con poblaciones esclavizadas en lo político, económico y cultural. Este concepto, que a partir de Yalta había sido ideado, en realidad, en los tiempos más crudos del colonialismo europeo, y las conquistas de las “tierra de nadie”. De todos modos, de esta serie de cambios, nace el NOM, que deberá reemplazar a Yalta, y transformar a las naciones en meros apéndices de la Comisión Trilateral (CT). Pero conviene, para entenderla mejor, remontarse a los días entre el 29 y 31 de mayo de 1954, en que comenzaron a reunirse en Oosterbeeck, Holanda.

Personajes de la alta finanza europeas y angloamericana, encuentros ideados por Lord Víctor Rothschild, dueño de un a gran parte de la “Shell”, a cuyo cargo estuvo convencer a la reina Juliana, propietaria de la otra parte para propiciar una convergencia de los intereses multinacionales. Por la parte norteamericana concurrieron los Rockefeller, dueños de la Standard Oil.

De donde puede deducirse que el primer objetivo de estos encuentros sería concertar un reparto de zonas de influencias petroleras. Además de los personajes citados en los encuentros BIL, se encuentran otrosGiovanni Angelli, presidente de la FIAT, y miembro del Club de Roma, fundado en 1954, importante resorte europeo para el reparto de zonas de influencia dentro de la CT, cuyos miembros respaldan con toda firmeza la teoría de los grandes espacios vacíos: Australia, Amazonia y nuestra Patagonia, los cuales se deben explotar para beneficio de la humanidad ‒(sea quien fuese esa señora, a quien no tengo el gusto de conocer, pero se entiende que es la angloparlante, y a que el resto no existe, o no merece existir)‒. Y hablando de la Amazonia, el 5 de noviembre de 1991, el presidente de Brasil, Fernando Collor de Melo, denunció la demarcación de la reserva indígena yanomami, fronteriza con Venezuela y ubicada dentro de una riquísima zona mineral, con el pretexto de la preservación del medio ambiente y del supuesto “respeto a la cultura indígena, pretendiendo someter al Brasil al sistema de soberanías limitadas, núcleo central del NOM, igual que el ecologismo y la presunta preservación de las culturas indígenas. Cabe aclarar que por ciertas supersticiones, algunas comunidades yanomamis practican el canibalismo y matan al primogénito si es mujer. La monarquía inglesa dice querer conservar algunas tribus, y que los yanomamis sería la primera tribu que tendría sus genes congelados, conservados y archivados en el Museo Genético de la Humanidad de Londres, amparados por organizaciones de DDHH y la ONU, se creó así una región binacional indígena, para así mantenerlos en el atraso y utilizarlos como instrumentos de maniobras políticas. Curiosamente, según un estudio de la compañía de Pesquisa y recursos minerales (el servicio geológico brasileño), los yacimientos descubiertos en la Amazonia están evaluados en 3 trillones de dólares. La doctrina de la Trilateral es absolutamente pragmática y varía según los cambios de sus intereses. De sus miembros, el que formula sus tesis más audaces es Zbiegdniew Brzezinski, ex consejero de Seguridad Nacional de EEUU en “La Era Tecnotrónica”: “El concepto de interés y soberanía nacional sólo era viable mientras las naciones estaban suficientemente separadas en el tiempo y el espacio, y el cambio se ha acentuado naturalmente: las reivindicaciones nacionalistas, aunque todavía potentes, se están diluyendo, y el cambio se ha acentuado naturalmente en los países avanzados, pero ningún país escapará a sus efectos. Dentro de la Comisión, Jimmy Carter, quien ingresara a la misma por invitación de Nelson Rockefeller, antes de ser elegido presidente de los EEUU, ejemplo clásico de cómo puede colocar en los lugaresmas elevados a aquellos más manejables y funcionales a sus objetivos.

Eligiendo a sus candidatos de la misma manera que la masonería elige a sus miembros. Bien, una vez elegido, implantó la idea de del manejo de los DDHH, que otorga a la Comisión un amplio margen de maniobra y de enmascaramiento para su suprema pretensión de hegemonía.

Fue éste quien implantó la idea del manejo de los DDHH, para otorgar a la CT. Hablamos antes del Club de Roma y su distinguido miembro, Aurelio Peccei, convencido teórico de la sociedad internacional y de la necesidad de instalar un gobierno mundial; otro proyecto del Club es un vasto plan para la conservación de la ecología mundial ‒eufemismo que encubrir el maltusianismo del club‒ y en realidad significa impedir todo desarrollo, condenando a buena parte de la humanidad a muerte, para conservar desocupados grandes territorios del mundo y a disposición de las corporaciones transnacionales. Le toca a Carlos, heredero de Felipe continuar la tarea de impulsar la Ecología (siempre ocultando los verdaderos propósitos bajo rótulos loables), y el Desarrollo Sustentable, que quiere significar que todos los recursos son finitos y que se deben conservar para las generaciones del futuro, y que la ONU debe tomar medidas al respecto, con el respaldo contundente de la OTAN, y que las soberanías son limitadas cuando hay que conservar recursos naturales.

Para mantener en la ignorancia a las poblaciones a masacrar, es bueno no difundir los tratados internacionales que firma cada Estado. Por ejemplo, la Convención de Viena, firmada por nuestro país en junio de 1993, dice que las soberanías son limitadas cuando: está en peligro el medio ambiente y los recursos naturales, se violan DDHH de minorías indígenas originarias (siempre propósitos loables). O hay razones humanitarias, por ejemplo: Hambrunas, etc. Tanta bondad conmueve. El indigenismo es otra de las banderas que usa Gran Bretaña. Y así, los mapuches tienen un comité en Liverpool. Hasta en Australia hay quejas de que la corona usa los derechos de los aborígenes como excusa para el control monopólico de los recursos naturales, corremos el riesgo de que la ONU ocupe la zona en conflicto y la ponga bajo custodia de ONGs con sede en Londres. Pero hay que  reconocer la capacidad de invención que tienen estos señores, cuando de invadir se trata, por ejemplo, inventar una etnia originaria en un territorio que nunca habitó.

Veamos: la palabra mapuche, significa gente de la tierra (maputierra), che persona o gente, es decir, nativo, pero implica muchos otros, en primer lugar, el de araucanos, que fue la denominación con la que los reconoció el conquistador español cuando llegó a América, y que a veces se reserva sólo al mapuche que habita en el Sur de Chile. El poeta español, Juan de Ercilla, que acompañó la gesta del conquistador Juan de Valdivia, denominó “La Araucana” su poema épico, basado en la conquista del Sur de Chile. El poema se centra en  la gesta de los caciques, Lautaro y Caupolicán, en los primeros tiempos de la conquista española. Con el nombre de “pampas” se conocía a hombres que habitaban la actual provincia de Bs. As., del tronco mapuche, pero con gran sustrato tehuelche (estos últimos de raíz paleolítica). Algunos opinan que al tronco pampa pertenecían los querandíes los que destruyeron la Buenos Aires fundada por Pedro de Mendoza.

Los mapuches se denominaron de acuerdo con la región que habitaban, particularmente después de la dispersión que sufrieron por la invasión de un poderoso ejército inca, al mando de Topa Inca Yupanqui (1471-1493).

La máxima expansión de su territorio se alcanzó entre los siglos XVII y XIX, en que fueron dueños de lo que hoy es el Sur de Chile: entre los ríos Biobío hasta la isla de Chiloé, y al sur el Toltén, al oeste el Pacífico, y la Cordillera al este.

Conviene aquí aclarar que a la llegada del conquistador Pedro de Valdivia, en 1541, al ámbito del valle donde asienta hoy Santiago de Chile, éste aún permanecía bajo el dominio de señores locales puestos por los incas que ocupaban el territorio trasandino, desde hacía por lo menos 70 años. La conquista incaica alcanzó por el sur hasta el río Maule, no demasiado al norte del Biobío, dominado este ámbito por dos señores locales puestos por los incas. Estos eran Vitacura y Quilicanta, nombres estos en lengua mapuche o araucana, lo que demuestra que esta lengua se extendía hacia el norte (Huentelauquén: laguna arriba). En la latitud de Illapel, lo que permitiría interpretar que la gran densidad de población auténticamente mapuche o araucana entre el Biobío y el Toltén era el resultado del desplazamiento hacia el sur, obligado por la presión de las tropas incaicas.

En una palabra, que los hombres de la tierra se encontrarán ante la manifestación hostil de los dueños de la tecnología más avanzada que han implantado la división internacional del trabajo. Dispuestos a convertir a los países en un nuevo imperio que ensambla los intereses económico, político, financieros de los sajones de Europa y América, europeos y japoneses. Ahora bien como de acuerdo con la convención de Viena, las fuerzas de la OTAN podrán intervenir en casos de violación de DDHH de minorías indígenas originarias, resulta de vital interés determinar “la verdadera antigüedad de los mapuches en la Argentina, precisamente es ese el título del libro del Dr. Rodolfo Casamiquela, donde a través de numerosas pruebas y serias investigaciones en ese sentido de que los datos que se presentan, si bien en forma resumida, para tratar de aclarar el punto. Así, durante el tiempo de la dominación española, los mapuches propiamente dichos habitantes de la Araucanía, según el diccionario pionero del P. Luis de Valdivia (1606) aparece, apenas transformado, el nombre Mapocho, aplicado al valle en que asienta Santiago y comenta el autor, que el gentilicio resulta local, relativo, porque lo usaron pueblos diferentes por pueblos enteros como los prenancaes meridional o araucano, ubicado entre el río Biobío y el Toltén, de otra cultura y lengua. También cita otro vocabulario antiguo clásico el del jesuita Andrés Febrés (1765): Huinca mapu, esta tierra de Chile. Sigue diciendo que los araucanos o mapuches propiamente dichos llamaron llalkésche gente del mar) a los navegantes costeros-pehuenche “gente de las araucarias”. Y que, cuando los españoles cruzaron el Toltén encontraron indios de otras etnias que denominaron huilliches y cuncos, y en el extremo sur del territorio e islas de los archipiélagos de Chiloé, Huaitecas y Chonos, y tierra firme adyacente por el este, con precisamente los indígenas Chonos canoeros de piragua, estos fueron fuertemente a culturados por los mapuches propiamente dichos.

Luego precisa: “así fue como se instalaron en la década de 1820, los primeros araucanos/mapuches propiamente dichos en el área pampeana, y, de paso, como se instaló, en pos de ellos, Calfucurá, que no era araucano o mapuche propiamente dicho, sino pehuenche (es decir, otro pueblo)”.

El investigador sostiene que no fueron mapuches los originarios habitantes de la región norte neuquino. Río Negro: estos avanzaron sobre los tehuelches y/o pehuenches. Claro, la corona usa los derechos de los aborígenes como excusa para el despojo de tierras y recursos naturales más grande de la historia.

Por eso, si pasa por Corrientes y Esmeralda, y ve un indio saliendo de un toldo y le dice que es originario de esa esquina, no le crea y si se lo dice en inglés menos todavía. 

A esto, es bueno recordar que la repartija del mundo, acordada en Yalta, en este y oeste ya no se aplica. Ahora, la nueva repartija, esta nueva Yalta. Es norte/sur, con un norte industrializado y un sur subdesarrollado. De paso, hay en Neuquén y Chubut importantes reservas de oro importantes. Todas estas propuestas y divisiones del mundo unilaterales derivan en su mayor parte de la antigua formula Canning (gracias Georgie por pedir nuestra opinión, todo un gentleman. También Churchill en Yalta “no debemos permitir que la Argentina se convierta en potencia, arrastrará consigo a toda América Latina”). Evidentemente las élites inglesas, reciben una educación esmerada, toda consideración y respeto hacia el prójimo.

Vicente Cadenas

Conclusiones



ORIGINARIO II
 
“Mentira mentira, yo quise decirle”
(“Volvió una noche”, C. Gardel y A. Le Pera)
 
Se dijo en el anterior artículo acerca del problema mapuche, que se trata de mantener a las poblaciones indígenas en el atraso para utilizarlos como instrumento de maniobras políticas. Claro que también se trata de mantener en la ignorancia al grueso de las poblaciones de los países elegidos como blanco para el saqueo, y aquí es donde debemos explayarnos sobre la idea de estrategia. Ésta es definida por el Gral. André Beaufre como “La dialéctica entre dos voluntades que emplean la fuerza para dirimir sus diferencias no tan sólo la física, sino también y en grado eminente, la espiritual, al punto que el maestro Prusiano Karl von Clausewitz afirma “La guerra no puede ser considerada terminada hasta que la voluntad del enemigo haya sido también sometida”.
 
Ahora bien, nuestro predador natural (Inglaterra, claro), basa su estrategia en las enseñanzas del maestro chino Sun Tzu, para quien la guerra no es fuerza, sino arte; de hecho, así se titula su libro clásico: “El Arte de la Guerra”. Donde enseña que todo el arte de la guerra se basa en el engaño, insistiendo también en la división y discordia en el enemigo o presa, bien, conviene aquí presentar las ideas expuestas por el Cap. H. B. Liddell-Hart en “Estrategia, La Aproximación Indirecta”: “El asalto directo por medio de ideas nuevas provoca obstinada resistencia y de este modo se incrementa la dificultad de producir un cambio de actitud. La conversión se logra más fácil y rápidamente insiste que en muchas campañas ha sido condición previa esencial a todo intento exitoso de vencer a un enemigo la dislocación de su equilibrio psicológico y físico; de aquí las bases y principio de la estrategia imperial: 1) Crear y dirigir la mayor cantidad de bandos posibles en el conflicto (digamos “partidos”), para evitar la unidad y concordia en el país blanco; 2) No permitir que exista nacionalismo en el mercado; 3) Desinformar al enemigo por medio de agentes propios (gobernantes y medios masivos); 4) De tal manera que nuestra ignorancia sea el pedestal de su poder, según decía R. Scalabrini Ortiz (y esto se refiere no solo a la de la masa, sino también, y especialmente, a la de los gobernantes, aunque termina resumiéndose en una sola compartida, ya que estos son elegidos por aquella, y a su vez, incrementan la de aquella por medio de la desinformación y la adulación).
 
Siguiendo con los principios de la estrategia imperial, hay que tener en cuenta que considera como la mejor política debilitar y corromper al enemigo por dentro, entendiendo por enemigo a la presa que se resiste al saqueo. Esta es la misión de las Guerras Políticas. En esto también siguen las enseñanzas de Sun Tzu: “La excelencia suprema consiste en destruir al enemigo sin combatir”. Y, muy importante, en lo interno se actúa por medio de nativos, que hacen el “trabajo sucio”. Se llaman Guerras Políticas a todas las acciones no militares destinadas a dividir, engañar, desinformar, y someter al enemigo. Su objetivo es destruir por dentro la República, imponiendo malas leyes, que provocan la miseria y el descontento; destruyendo las FFAA, no solamente en lo operativo, sino en su moral de combate, minar la fuerza del adversario y luego mantenerlo “drogado” en la derrota (gran éxito de Alfonsín). Un objetivo es imponer dirigentes que convengan al imperio aunque el pueblo crea que los elije por vía democrática (“Lo que más bronca me da es haber sido tan gil”). Entre nosotros esta práctica se inició con nuestro primer gobierno Patrio. Recordar que la lista de la Primera Junta fue redactada de puño y letra por Mr. Alexander Mackinnon, presidente de la Brittish Commercial Room, especialmente M. Moreno (Dr. Julio C. González: “Los Tratados de Paz por la Guerra de Malvinas”).
 
Precisamente, antes de comenzar la semana de Mayo, el Virrey Cisneros dispuso que los súbditos británicos abandonasen la ciudad el 18/05/1810, pero solo lo hicieron los soldados derrotados en las jornadas de la Reconquista, quedando los mercachifles como comerciantes y directores políticos, conquistando así Gran Bretaña económicamente, el mercado de Buenos Aires, asegurando así la posición económica de América del Sur. Y ocasionando así con su prédica del libre comercio la división de la Primera Junta en un grupo unitario, liberal, morenista, extranjerizante influido por la masonería, y otro de defensores de lo criollo, tradicional, popular, católico, y auténticamente argentino, hispano-cristiano. Y también tuvo lugar el primer despojo descarado por parte de la corona. Al llevarse la totalidad del tesoro de Buenos Aires, que luego fue exhibido en carrosas por las calles de Londres. Estos dos principios han decidido en el pasado y definirán en el porvenir, según su predominio la grandeza o la decadencia de nuestra Patria.
 
De mantener la división se ocupan las Guerras Políticas, cuyas consignas son secundada con entusiasmo por gobernantes y prensa cipayos, de estas guerras figura la de Inteligencia que no solo reúne información, sino se ocupa de desinformar, y provocar en el campo enemigo acciones favorables. Desinformación e ignorancia son elementos indispensables para que, en la medida de lo posible sean otros los que hagan el trabajo sucio, en lo posible los propios nativos, dentro de estas Guerras Políticas se destaca para el Nuevo Orden Mundial, la Cultural, ya que no se puede construir un imperio colonialista sin destruir naciones, y así se emplean los medios de comunicación como agentes subversivos, cuya misión consiste en bombardear a saturación a la juventud mediante la acción psicológica, captación ideológica y penetración cultural, para destruir toda identidad y orgullo nacionales.
 
Para lograr: 1) Un Gobierno Mundial, con una Iglesia unificada y un sistema monetario bajo su control; 2) Destrucción absoluta de toda identidad y orgullo nacionales; 3) Destrucción de todo principio religioso que ponga al hombre por encima de la naturaleza y Ecología “El hombre es un accidente peligroso que perturba el equilibrio de la naturaleza y por tanto se debe limitar o suprimir” (Felipe de Edimburgo - Sídney Times 20/06/1980); 4) Control de los pueblos por medio del control de la mente; 5) Fin de toda industrialización para uso masivo y cese de desarrollo nuclear independiente, (Gracias, Alfonsín); 6) Limitación del desarrollo científico de los pueblos; 7) Eliminar consumidores no productivos del tercer mundo; 8) Aumento de la cultura del sexo, droga y rock and roll; 9) Provocación del disentimiento dentro de la Iglesia Católica; 10) Uso intenso del terrorismo y la subversión; 11) Control y destrucción de la educación.
 
De paso, no habiendo terroristas entrenados a mano, buenos son los mapuches, que pueden ser empleados en dos sentidos: a) Para provocar disgregación territorial, ya que no faltaran voces del extranjero (Israel) o de algunos beatos argentinos engañados que, con los ojos en blanco, exijan la creación de un estado mapuche; b) Para aprovechar y seguir la campaña de difamación, iniciada por Alfonsin de las FFAA y FFSS. Que alzarán voces airadas contra la gendarmería y/o la prefectura si llega a morir un indio, repitiendo como loros la consabida cantinela de la represión y el terrorismo de Estado, aunque después resulte que lo mató a patadas una mariposa, ya está sembrada la cizaña.
 
Por lo visto, nuestros cipayos nativos son alumnos muy aplicados: no han dejado de poner en ejecución ninguno de los puntos propuestos por sus amos.
 
Volviendo al artículo anterior, insisto en la importancia capital que reviste la determinación exacta de la antigüedad de los mapuches en la Argentina.
 
Ya que la Convención de Viena determina que nuestra soberanía sobre los territorios reclamados sería limitada en caso de violación de los DDHH de las minoría indígenas originarias; bien, se dijo antes, siguiendo al Dr. Rodolfo Casamiquela, indica la aparición de los mapuches en nuestra tierra en la década de 1820. Por su parte otro autor, Omar Lobo, en su libro sobre los mapuches desliza brevemente una anotación acerca de que hay alguna teoría que los hace originarios de las islas del Asia, llegados por vía marítima, utilizando la impresionante red de islas que tachonan el Océano Pacífico. Esta teoría se reafirma sin lugar a dudas en “Orígenes del Hombre Americano” de Paul Rivet, quien fuera presidente del Instituto de Etnología de la Universidad de París y basándose en estudios de estrictez científica concluye que, “En su conjunto, el poblamiento reciente, hablando en sentido geológico , no aparece en el Nuevo Mundo antes del fin del Cuaternario, después del retroceso de los grandes glaciares; y solo pudo llegar a él utilizando vías de acceso iguales a las existentes hoy día; y así es lógico buscar entre los pueblos asiáticos el origen de las poblaciones del nuevo mundo. Y se sabe que la vía del Estrecho de Bering y del Rosario de las Islas Aleutianas se hallaba libre hacia el final del Cuaternario. Y ofrecía un paso fácil entre ambos continentes, precisamente en la época en que los hechos prehistóricos nos atestiguan la aparición del hombre en América”.
 
De tal manera que los mapuches no sólo no son originarios de Argentina, sino tampoco de América.
 
Un hecho lingüístico, señalado en 1880 por A. Lesson reforzó otros en el sentido de un poblamiento secundario éste se refiere a la palabra toki, que designa al hacha en polinesio y en araucano. Esta hacha es la insignia del jefe o lonko, al que por extensión también se llama toki, otras tradiciones se comparten entre Oceanía y América del Sur, por ejemplo, el uso del llamado “horno polinésico en la Isla de Chiloé”.
 
Y, de paso, hablando del lonko, “es éste quien administra la justicia y es responsable de una distribución equitativa de los bienes de la comunidad, en tanto se desconoce el concepto de propiedad privada”, según dice Lobos en su ob. cit., hecho llamativo. En cuanto precisan con bastante precisión como propios ciertos espacios que pretenden los británicos a través de los indígenas, como ya se dijo en reservas auríferas. Y también desvirtúan los reclamos Ram; ya que son ancestrales, si, pero de la Polinesia. Claro está, que la idea de la travesía del Pacífico por los melanesios despierta serias dudas, por lo que aclara Rivetque, conociendo las corrientes y los vientos, sabiendo guiarse por las estrellas, viajaban de noche sin escala, distancias de 2000 y a veces de 2500, a una velocidad de 7 a 8 millas por hora de tal manera que podían cubrir la distancia entre Hawái y la costa Californiana o la Isla de Pascua en veinte días de tal manera que el no encuentra sorprendente que tales navegantes hubieran alcanzado las costas americanas”.
 
Ahora conviene citar “las ideas de Florentino Ameghino, quien creyó encontrar precursores del hombre en América pertenecientes a las capas más antiguas del Mioceno Superior, por tanto, terciarios y, por consiguiente, anteriores a los vestigios humanos más antiguos del viejo continente, y así América resultaría ser la cuna de la humanidad, de donde partieron las migraciones que poblaron la tierra de mamíferos y hombres”. Sigue Rivet diciendo que la edad que atribuye Ameghino a sus múltiples hallazgos está muy lejos de ser aceptada por los paleontólogos y que los hechos no nos permiten admitir la hipótesis filogenética de Ameghino. “Y que la existencia del hombre terciario en América no reposa sobre ninguna prueba”.
 
Todo esto soluciona exhaustivamente el problema de los mapuches y nos exime de la responsabilidad de violar los DDHH de las minorías originarias en caso de volverlos a sus tierras, dejando así a los British, y la Comisión Trilateral, y a la ONU en la necesidad de buscar otros territorios en el mundo para usurpar y explotar “en beneficio de la humanidad.
 
Vicente Cadenas
 

Los mismos de siempre



LA JACTANCIA DE AVRUJ
(Asesinando al brazo armado de la Patria - La superación de Firmenich y Santucho)


Claudio Avruj, Secretario de Derechos Humanos por la Gracia del Nuevo Orden Mundial, se encuentra “muy satisfecho” con el triste record alcanzado el año anterior en materia de persecución y aniquilamiento de las FF.AA. de la Nación.

El balance presentado por el organismo estatal al servicio del odio y la venganza, la “Procuraduría de Crímenes Contra la Humanidad” (PCCH), demuestra que se ha alcanzado en el año 2017 un record. Si utilizamos el lenguaje de los sofistas cultivadores de la Indefensión Nacional el record es que se dictaron 27 sentencias con un total de 205 condenados, por delitos de lesa humanidad. Si utilizamos un lenguaje realista el record consiste en que se perpetraron 25 farsas judiciales que causaron 205 víctimas directas, más la zozobra y el dolor de familiares y amigos, como así también la de cualquier persona amante de la Verdad, la Justicia y la Patria.

El desgobierno macrista se ufana del logro obtenido, haber superado los logros del régimen kirchnerista-montonero-erpiano que en su etapa de mayor virulencia contra soldados y policías argentinos, años 2012 y 2013, solo logró llegar a 25 condenas por año.

Mauricio Macri con este resultado ha demostrado ser mas letal que los dos ladrones patagónicos ¿Qué digo? Mas letal que Firmenich y Santuchojuntos que nunca pudieron consumar un número de 205 soldados y policías martirizados por año.

El tristemente célebre Avruj, con la fatuidad y fanfarronería a que nos tiene acostumbrados, declara: Por sobre las palabras, nosotros hablamos con los hechos. Y estos datos que arroja el año 2017 en cantidad de sentencias y de condenas, con causas emblemáticas demuestran que en muchos ámbitos superamos los estándares y los resultados de lo hecho por la gestión anterior”.

Le creemos totalmente al pedantesco lacayo del NOM, ellos van a superar a “la gestión anterior” en aniquilar a las FF.AA. de la Nación. Los últimas semanas del año los hemos visto operar a un ritmo vertiginoso contra blancos militares, la Megacausa III (Sgo. del Estero) y la Megacausa ESMA le produjeron 22 y 54 bajas, respectivamente, a las filas militares; la Fuerza Aérea tuvo la destrucción de una base (El Palomar); la Armada sufrió en Flota de Mar la reducción de su potencial y el complejo industrial de Defensa (Fabricaciones Militares) 354 bajas (Número de despidos) y el cierre de plantas.

Pero el insaciable Avruj, como aquel Shylock reclamando su libra de carne, quiere mas aún y superar el tétrico guarismo, atribuye dificultades para lograrlo en otro poder del Estado y consigna:“Hemos señalado la demora de la Justicia”. Obviaremos su confusión entre Justicia, un valor que las personas honestas anhelamos y el injusto Poder Judicial que padecemos, para entrar en el meollo de su jactanciosa especulación: si no dependieran de los jueces la persecución sería muchísimo mayor.
 
Al pie se consigna la nota con la declaración del presuntuoso especimen y la muy triste estadística comparativa con “la gestión anterior”, que bueno es decirlo solo ha cumplido el rol que le fijó el NOM, como Alfonsín, Menem, De la Rúa y Duhalde han cumplido rigurosamente el suyo. El de Macri, Avruj y Cía es el rol final, el del enterrador. Ya que muertas las FF.AA. solo cabe enterrarlas. Muerto el brazo armado de la Patria, se podrá proceder impunemente a matar a la Nación Argentina. El botín: su territorio.

Francisco Aguirrezábal

La Nación - Edición Impresa - 07 enero 2018
Récord de sentencias por lesa humanidad en 2017
Se revirtió la tendencia decreciente de los años anteriores; se dictaron 27 y hubo 205 condenas
DOMINGO 07 DE ENERO DE 2018 - Candela Ini
2017 fue un año récord en la cantidad de sentencias por delitos de lesa humanidad: se dictaron 27, se condenó a 205 acusados y, con esta cifra, se revirtió la tendencia decreciente de los tres años anteriores. El número máximo hasta entonces había sido alcanzado en los años 2012 y 2013 y fue, en ambos, de 25.
Estos datos surgen de un informe elaborado por la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad (PCCH), con actualización al pasado 22 de diciembre. La sentencia número 27, dictada el 29 de diciembre, fue por la megacausa III en Santiago del Estero, donde se aplicaron dos penas de prisión perpetua y otras cinco de hasta 22 años de prisión a un grupo de exmilitares y expolicías condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos contra 38 víctimas.
También se dictó la sentencia por la megacausa ESMA, cuyo proceso público y oral se extendió por más de cinco años, en los que se juzgó a 54 acusados por delitos cometidos contra 789 víctimas en la ESMA.
El secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, se mostró satisfecho con los datos exhibidos en el informe y dijo a LA NACION:
Sin embargo, las demoras en los tiempos procesales todavía son un gran obstáculo. Según la PCCH, los responsables del trámite de las causas demoran en conjunto más de cinco años en resolver si una causa se eleva, en realizar el juicio, dictar la sentencia y en confirmarla o no en las instancias recursivas posteriores.
“Aun suponiendo que se presente el requerimiento de elevación en 2018 en todas las causas en instrucción, como mínimo, la finalización de las causas demoraría hasta mediados de 2024, cuando se cumplirían 18 años de juicios, y cerca de 50 años desde los hechos investigados”, se estima en el informe.
En el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) reconocen que el dato del número de sentencias es importante, pero que “mucho no dice acerca de los procesos judiciales en general”.
Una de sus integrantes, Luz Palmas Zaldua, dijo a este diario que el principal problema son los tiempos procesales cada vez mayores, y resaltó que hay una gran cantidad de personas en condiciones de ser juzgadas que aún no tienen fecha de juicios.
Avruj reconoció las postergaciones y dijo: “Hemos señalado la demora de la Justicia, la falta de tribunales y el ritmo lento de muchos de ellos. Lo hicimos ante la Comisión Interpoderes y en diversos ámbitos. Nuestra voluntad es que la Justicia se adecúe a las necesidades y tiempos de la gente. El paso del tiempo cumple un rol fundamental, principalmente en las víctimas”.

Mirando pasar los hechos



PROHIBIDA LA PRESENCIA DE CATÓLICOS

Ámbito Financiero de la fecha (ver nota al pie) nos informa como estará integrada la comitiva del Excmo. Sr. Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri, a la reunión de Davos del presente año. Una verdadera decepción para un progresista amante del multiculturalismo y el ecumenismo como el que suscribe estas líneas, ya que es totalmente monocolor. Todos son masones, con algunas variedades por supuesto, los hay judíos masones (casi el 50%) de la comitiva presidencial y masones masones (el 50% restante).

Y otro símbolo de la conformación monocolor, todos pertenecen a la raza blanca. En defensa del multietnicismo me pregunto: ¿No podrían haber incluido algún negro, que además fuera judío y masón? Omisión inexplicable. Y algo cavernario y verdaderamente troglodita, una verdadera ofensa al sexo femenino y a nuestras queridas feministas, todos los integrantes son hombres, me vuelvo a preguntar: ¿No podrían haber designado alguna mujer, judía y masona?

Los integrantes de la Comitiva serán: Eduardo Elztain, Marcelo Mindlin, Nicolás Dujovne, Marcos Bulgheroni, Hugo Eunerkian (Beneficiario de la ex-Base Aérea El Palomar), Martín Migoya, Daniel Funes de Rioja, Francisco Cabrera y Jorge Faurie.

Francisco Aguirrezábal


Ámbito Financiero
LOS EJECUTIVOS PRESENTARÁN
EN SUIZA EL "B-20"
Miércoles 10 de Enero de 2018
Macri viajará a Davos con delegación empresaria
Elztain, Bulgheroni, Mindlin y Funes de Rioja, entre otros, acompañarán al Presidente, junto con los ministros Dujovne, Cabrera y Faurie.
Además de Mauricio Macri y varios ministros de su Gabinete, la presencia de argentinos será importante en la cumbre de Davos de este año. Aparte de los funcionarios, serán muchos los empresarios que también viajarán a Suiza para el foro que se iniciará el próximo 23. La idea de los privados es promocionar el B20, el brazo empresario del G20, el grupo de países más desarrollados que este año es presidido por la Argentina. La delegación estará compuesta por Eduardo Elsztain, presidente del Grupo IRSA; Marcelo Mindlin, CEO de Pampa Energía; Hugo Eurnekian presidente de CGC, la petrolera de la Corporación América; Marcos Bulgheroni, vicepresidente del Grupo Bridas y director ejecutivo de Pan American Energy y Martin Migoya, CEO de Globant, entre otros directivos. También viajará Daniel Funes de Rioja de la Copal. Macri viajará acompañado por los ministros de Economía, Nicolás Dujovne, de Producción Francisco Cabrera y el canciller Jorge Faurie y se preparan varias reuniones bilaterales con jefes de Estado y privados en la segunda visita a Davos del Presidente desde que llegó al poder.

In memoriam

RESPONSO PARA
DON SALVADOR BORREGO
Muerto el 8 de enero de 2018


Repose que este trecho fue largo y escarpado,
este trecho en la tierra apuñalando embustes,
predicando verdades bravías como fustes,
como lanzas que buscan al enemigo osado.

Sosiéguese esta noche tras el día agitado,
la historia le agradece sus diáfanos ajustes,
ese lidiar heroico con los desbarajustes
de las logias arteras, del Sanedrín taimado.

En el cielo cristero lo esperan con sus galas
las tropas más ilustres cuyo honor defendiera,
Felipe de Jesús lo espera en su predial.

La Virgen Morenita tendrá rosas y calas,
y al ángel mexicano que custodio le fuera
lo verá con un libro, su Derrota Mundial.

ANTONIO CAPONNETTO


Desde el Real de la muy fiel y reconquistadora ciudad de San Felipe y Santiago de Montevideo



SALVADOR BORREGO,
PRESENCIA Y RECUERDO

Repasando páginas del inmanentismo hegeliano leí hace ya mucho tiempo una frase que me impactó, no obstante su laconismo y vulgarización. La sentencia, si es que se puede llamar así, dice: “El hombre es lo que él se hace”. Secamente y con golpe de acero expone el feroz materialismo del ser humano transformado en dios de sí y para sí.

Para echar los demonios que acuñaron el pensamiento transcripto tenemos un solo camino. Y éste nos invita a tomar el rumbo eterno que se nos señala marchando a tajo de sur a norte por el mismo meridiano sin dejar una prenda de verdad por el camino. El hombre es lo que él se hace… cuando se da a los demás y dejando de lado su egoísmo se acerca a Dios. En ese instante es hombre en la dimensión perfecta del concepto.

Naturalmente el hombre busca sus posibilidades y es legítimo orgullo para él ahondar en la vida perfeccionándose. De todas maneras es bueno ese sentimiento cuando la dedicación a las tareas en las que  el bien común es objetivo. Golpeando fuerte para abrir caminos de futuro. Encontrando fórmulas que permitan marchar cara al sol o enfrentando al viento huracanado con sus inclemencias, “inaccesibles al desaliento” como dijera José Antonio Primo de Rivera. Creer en Dios que nos guía y combatir siempre con la pluma o con la espada en la empresa común de cada día.

De esta manera enfrentó la vida el Maestro que se nos fue hacia Dios el 8 de enero último y que en esta vida terrenal se llamó SALVADOR BORREGO. Fue un Caballero del Buen Combate por la Verdad Histórica. Ejemplo diario. Modelo de conducta a seguir para el que no cuenta la muerte. Caudillo al que se permanece fiel en todas las ocasiones El hombre que, en una palabra, amén de grandioso investigador y escritor, nos mostró que, como dice el Maestro Divino la “Verdad nos hace libres”. Con ella el tiempo se hace más nítido y todo se inunda de claridad y fuerza descubriéndonos la realidad de las cosas. Con su tizona rasgó las cortinas del cinismo de los histriones historiadores quienes con sus memorias desmemoriadas fueron premiados con “Nobeles”. Y con esto, que estampamos nos estamos refiriendo a Winston Churchill que debió ser condenado como criminal de guerra y sin embargo fue premiado por los amos del mundo a los cuales sirvió ahíto de sangre. En verdad que Dios no lo tuvo de su mano, cuando no dijo toda la verdad respecto a sus días de Yalta en los que se repartieron el mundo con Delano Roosevelt y el “Buen tío” Stalin.

Éstos fueron los enemigos de SALVADOR BORREGO, el Grande hoy ya en la inmortalidad quien tuvo algo de conquistador y monje. Siempre estas figuras estuvieron juntas porque el guerrero y el monje, la Espada y la Cruz, se identifican como vocaciones de olvido de sí mismo para entregarse al bien común. Los sentimientos de gratitud son título de honor y deber de hidalguía. Por ello en estos instantes, y soñando ya con el reencuentro nos cuadramos militarmente ante su figura señera, y le decimos: Gracias, Maestro, por su ejemplo de Imbatible Guerrero y Monje de la Santa Causa de la Verdad Eterna.

SALVADOR BORREGO: ¡PRESENTE!

Nosotros, brazo en alto y diestra al cielo por Occidente y la Hispanidad, ¡adelante! Asumiendo tu compromiso con la Verdad.

Luis Alfredo Andregnette Capurro


Aniversarios

Episcopales



LA HERMENÉUTICA “BERGOGLIANA” DE MONSEÑOR VÍCTOR MANUEL FERNÁNDEZ

De Interpretatione

El Arzobispo Monseñor Víctor Manuel Fernández, “Tucho” como dice que prefiere lo llamen, rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), se ha referido recientemente a las interpretaciones que de acciones, gestos y palabras se predican de y se atribuyen a su Santidad el Papa Francisco.
La de “lasinterpretaciones erróneas del mensaje del Papa” es una nota que publicó Monseñor Fernández en La Nación  y que AICA ha recogido el pasado lunes 15 de enero y titula tal como está escrito.
El propósito del señor Arzobispo es el de salir al encuentro de afirmaciones periodísticas sobre el Papa (…) plagadas de imaginación, al mismo tiempo que (…) atribuirle a Francisco ciertas intenciones políticas (…) como si Francisco estuviera permanentemente pensando en Macri”. Un poco más adelante, señala que “si uno leyera este hecho (los referidos al Papa Francisco) con la misma imaginación, podría deducir que hay un plan organizado de desprestigio” (por parte del Santo Padre, cabe aclarar). He retocado por mi cuenta el orden de los enunciados de Monseñor Fernández preservando su literalidad.
Hasta aquí, que es el primer párrafo de la nota, me animaría a suscribir las observaciones del Arzobispo en su arremetida contra las versiones de los medios, que viven a expensas de interpretaciones preñadas de ideología y de intereses comerciales. No seremos nosotros quienes defendamos la “corporación mediática” como solía machacar el “relato K”. Estaríamos de acuerdo, Monseñor, con su discreta diatriba si su intención fuese la de poner de manifiesto la terrible sentencia de que “no hay hechos, sino interpretaciones”, atribuida a Nietzsche pero que yo he leído en Gianni Vattimo.
La argumentación de Monseñor Fernández, no obstante, comienza a asumir un perfil francamente perturbador a partir de los parágrafos siguientes. A tal punto que me hizo recordar una frase, leída hace una punta de años, a propósito de un filósofo crítico tenido por gran “desmitificador”. No la retengo de memoria pero era más o menos así, “el gran desmitificador es un gran mistificador también”. ¿Y cómo sería eso para el caso que nos ocupa?
Expresa el Rector de la UCA en su columna que “muchas veces se supone que todos los que tienen alguna tarea en instituciones católicas están ejecutando órdenes del Papa cada vez que hablan. Sin embargo, esto ni siquiera ocurre con los cardenales del Vaticano, ya que siguen pensando y hablando como quieren, como si Francisco no fuera papa”Y se pregunta, a continuación, subiendo un poquito más la apuesta, “¿acaso no nos preguntamos muchas veces por qué no se sacaba de encima al cardenal Müller, quien no ocultaba una línea de pensamiento muy diferente e incluso lo criticaba? Y miremos al cardenal Sarah, que sigue proponiendo volver a celebrar la misa de espaldas al pueblo”.
El Papa Bergoglio “se ha sacado de encima” al cardenal Gerhard Müller, ahora ex Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y ha mantenido un entredicho con el Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cardenal Robert Sarah, desmintiéndolo, a propósito de la traducción de los textos litúrgicos. Al parecer, Monseñor Fernández, no es tanta la libertad que Usted predica en los palacios vaticanos pues algunos cardenales no “siguen pensando y hablando como quieren”, precisamente porque Monseñor Jorge Mario Bergoglio es el Papa.
Por lo demás, Monseñor, y como al pasar lo digo, ¿no le parece que la elección léxica “misa de espaldas al pueblo”, además del carácter impropio de la designación que Usted no debe ignorar, favorecería una interpretación derogatoria, por “anti-popular”, del venerable Rito Romano en su forma extraordinaria, debidamente autorizada por su Santidad el Papa Benedicto XVI? ¡Cuidado con este tipo de “afirmaciones” (…) “plagadas de imaginación” que Usted bien califica y fustiga en las interpretaciones periodísticas!
Un poco más adelante, sosteniendo su tesis central y abundando en más ejemplos, escribe que “(…) por la misma razón, deberían respetar a Grabois, que es un laico adulto e inteligente y puede tener pensamiento propio sobre temas políticos y sociales, sin suponer que repite lo que le ordena el Papa (…) No es realista decir que alguien, por ser asesor o consultor de una oficina vaticana, como es Justicia y Paz, esté marcando o representando el pensamiento del Papa sobre temas sociales”.
El abogado Juan Grabois, líder piquetero y “derecho-humanista”, jefe del Movimiento de Trabajadores Excluidos, fue recibido por el Papa Francisco al término de la Misa, “por el progreso de los pueblos”, celebrada en Temuco el pasado miércoles 17 de enero. Grabois mismo lo reconoció en una entrevista y expresó su satisfacción por las palabras de apoyo que le brindó el Santo Padre. Aquel hombre ostenta una suerte de militancia católica del tipo “progre populista” al uso eclesiástico corriente y quizás por ello goce de las bendiciones pontificales correspondientes.
Lo que Grabaois no ostenta es pensamiento propio puesto que lo que piensa y hace no proviene sino de la “matriz kirchnerista” que lo ha gestado, indigenista e izquierdista, a tenor de su defensa de los mapuches en su reclamo por tierras y de la representación de militantes sociales, como es el caso de Milagro Sala (Túpac Amaru), entre otros activistas. Ergo, Monseñor Fernández, mala figura hace Usted defendiendo a “un laico inteligente (…) con “pensamiento propio sobre temas políticos y sociales” como el mentado Grabois. Por lo demás, bien conocidas son las ´prácticas de recepción´ del Papa Francisco de las que puede aseverarse aquello de “ningún enemigo a la izquierda”.
A propósito de consultores y de Justicia y Paz, que no es esa despectiva “oficina vaticana” que Usted predica sino un Pontificio Consejo, sostiene el Arzobispo, rector de la UCA, una de esas afirmaciones que a uno lo hacen trepidar y dudar verazmente sobre la sobrevivencia de la doctrina de la fe en el Catolicismo contemporáneo. Muchos de esos consultores jamás son consultados y a otros se los consulta solo sobre algún tema en particular: la trata de personas, el narcotráfico, etcétera. Es más, algunos de ellos pueden estar a favor de la eutanasia o del aborto en algunos casos, y esa no es la línea del Papa o del Vaticano. Entonces permítanle a Grabois que tenga el respeto del Papa, pero libérenlo del peso de estar representándolo”.
¡Vamos, Monseñor Fernández, qué arte retórica sibilina en la elección de los términos!, ¡qué manera de susurrar una semántica pluralista y librepensadora!´, ¡qué fragilidades lingüísticas amigables con el homicidio! “La eutanasia o el aborto (…) no es la línea del Papa o del Vaticano”. ¿Habrá que esclarecer a un Arzobispo de la Iglesia Católica Romana que no se trata de posicionamientos o de alineamientos personales o institucionales, como si otro Papa, u otra Curia, pudiesen, acaso, tener otra línea cercana al aborto y a la eutanasia? Monseñor Fernández, ¿cómo es que legitima Usted en el discurso, tácitamente a lo menos, la posibilidad de que el aborto y la eutanasia sean tratadas como “líneas” de pensamiento y de práctica, y, por lo tanto, convertirse en interlocutores válidos de la “línea del Papa o del Vaticano”, aunque por ahora discrepen?
Veo yo aquí una atroz, aunque típica, enunciación modernista cuyo fundamento es el socorrido “diálogo” introducido como caballo de Troya en la Ciudad de Dios mediante el Concilio Vaticano II, subrepticiamente, y con el post-concilio, abiertamente. La anhelada demolición del edificio católico por parte de los enemigos de la Iglesia tuvo dos brazos, a saber, el ecumenismo y el diálogo. El primero ha sido útil para amortiguar el vigor del Catolicismo en el concierto de las múltiples creencias y prácticas religiosas; el diálogo ha sido para los progresistas la piedra de toque del espíritu nuevo, aquello que ha derribado las estructuras de autoridad de la Iglesia y ha hecho posible la expresión de ideas nuevas, so pretexto de diálogo, justamente. De consecuencia, la fe católica se ha extenuado en la constante gimnasia de un frenético pluralismo.
Así las cosas, el diálogo ha venido a ser una suerte de categoría dogmática, indisputable e insustituible, en lugar de una hipotética y “descartable” estrategia de intercambio, pues de otro modo no se entiende cómo sea posible que en una Academia Pontificia de la Iglesia Católica puedan sentarse hombres o mujeres a favor de la eutanasia y del aborto como interlocutores válidos.
¡Pero no solo sentarse a una “Mesa de Diálogo Pontificio” sino a recibir condecoraciones y premios, están llamados abortistas y partidarios de las políticas LGBT! ¿No lo creen? Vean si no el caso de la holandesa Lilianne Ploumen, ex Ministro en el Gobierno de su país, activista decidida a favor del aborto y de la causa LGBT, recibir la magnífica medalla que la convierte en miembro de la Orden Pontificia de Caballería “San Gregorio Magno”. La membresía se concede como un honor a los candidatos que han demostrado prestar “servicios a la Iglesia Católica” (Cfr. Corrispondenza Romana. Rodolfo de Mattei su Osservatorio Gender.it, 13/01/2018). ¡Me obstino en recordarle, Monseñor Fernández, cuidado con este tipo de afirmaciones “plagadas de imaginación”!

Libertad de expresión, intolerancia y censura

Vale la pena una palabra final a propósito de uno de los postreros párrafos de la nota de Monseñor Fernández que parece cerrar la argumentación en torno a la libertad con la que el Papa concede opinar y hablar a sus hijos.
“Hoy, con Francisco, exclama Monseñor Fernández, la Iglesia goza de una inédita libertad de expresión y no es necesario estar pensando qué diría el Papa para poder opinar. Ahora muchos católicos pueden tratar irresponsablemente a Francisco de hereje o de cismático, sin que les llegue siquiera un pedido de aclaración desde el Vaticano. Pocos años atrás recibíamos sanciones graves por mucho menos (…), añadiendo poco más adelante que “es en la sociedad civil donde han crecido la intolerancia y nuevos modos de censura (…)”.
¡Vigorosa profesión de fe democrática y revolucionaria!, si se me permite el exabrupto tratándose de las convicciones y del lenguaje de un Arzobispo.
Entonces, no todo tiempo pasado fue mejor y aún hoy continúan crujiendo las devastadas mazmorras de la Santa Inquisición, otrora sostenidas por los despiadados San Juan Pablo II y Benedicto XVI; sin atreverme a pensar, siquiera, qué calificativo valdría para los Papas pre-conciliares.
Por lo demás, si es verdad que “no es necesario estar pensando qué diría el Papa para poder opinar”, estimo que una de las consecuencias más mortíferas de esa ilustrada sentencia es que el caos y el desorden se han instalado en la Iglesia y aquella preciosa unidad en la fe, en la doctrina, en el culto y en la disciplina, puede retenerse solo como una antigualla del pasado.
En rigor de verdad, hay que conceder la razón a Monseñor Fernández pues crece la impresión de que a herejes y cismáticos raramente “llegue siquiera un pedido de aclaración desde el Vaticano”. ¡Además, Monseñor, no sea intolerante con aquellos “muchos católicos” que tratan “a Francisco de hereje o de cismático”! ¡No los censure tratándolos de irresponsables! ¡Deje para la sociedad civil esas prácticas abominables y, Usted, guárdelos bajo el manto sagrado de la libertad de expresión a cuya inédita emersión canta una oda tan sublime! ¡Perdone todo, Monseñor Fernández, todo!
No soy periodista, Monseñor, pero rematando estas líneas me gustaría retornarle la moneda que Usted ha acuñado y con la que quiere pagar al periodismo por sus malas interpretaciones. Advierto empero, con temor y temblor, que la moneda en cuestión tiene la siguiente inscripción: “A quien tuvo formación superior se le debe exigir que, cuando escriba algo que pueda afectar a otro, no se base en meras suposiciones”.

Ernesto Alonso

Epistolares



CARTAS DE LECTORES
 
Sr. Director:
 
Días atrás, la “tribuna de doctrina” tituló como recordación de “militares muertos por guerrilleros en democracia” la noticia de que el Ejército dispuso “poner en marcha (…) una serie de actos para reconocer públicamente a los caídos en defensa de las unidades castrenses en períodos constitucionales”. Tal iniciativa parece haber conmovido hondamente al cronista, insuflándolo de la épica pertinente, atento el verbo empleado para el anuncio: marchar.
 
Pero la evocación de las epopeyas no puede tener la amplitud que la verdad histórica exige. No vaya a ser que “empañoladas” y circunstanciales secuaces ‒éstos, desde el llano o la altura, llamemósla así, de los cargos públicos‒ bramen ante el atrevimiento de rendir homenaje indiscriminado a las víctimas de jóvenes inquietos que cargaron con la única culpa de haber querido apresurar el “curso de la historia”. El recuerdo, en consecuencia, debe reducirse a aquellos que fueron abatidos en inmaculados tiempos de democracia, pues sólo esta está habilitada para santificar las ofrendas; ella, con su pretendida excelencia, guarda celosamente y con exclusividad la garantía de calidad ‒digamos que al modo Iram‒ de los sacrificios. Los otros, los que no pudieron elegir el momento de consumación de los asesinatos respectivos y tuvieron el infortunio de haber caído fuera de esos tiempos agraciados merecen el olvido, el silencio, aunque, desde la perspectiva igualitaria característica de esta época, sus deudos estarían habilitados para reclamar ante el INADI si no fuera que así mancillarían su memoria.
 
Sin embargo, esa lectura choca con la realidad. Indiferentes a semejantes distinciones, actuando por todo y contra todos, restándole importancia al régimen político vigente, las organizaciones subversivas ‒no meramente guerrilleras o terroristas, pues tales operaciones son sólo fases de la guerra revolucionaria y por sí mismas carecen de entidad para determinarla‒ tuvieron como objetivo eliminar de la Argentina las instituciones y, en muchos casos, personalidades que sostenían los vestigios de orden existentes; los elementos mencionados significaban un obstáculo para la toma del poder, que tenía como propósito desgajar a nuestra Patria y privarla de la savia, ya casi exhausta, recibida con su fundación.
 
Mas, la arbitraria calificación establecida para merecer las honras públicas, no alcanzó a todos los comprendidos en la peculiar selección: quedaron excluidos los caídos en el combate de La Tablada, ocurrido en las postrimerías del “alfonsinato”.
  
Los defensores del Regimiento de Infantería Mecanizado 3 General Belgrano y del Escuadrón de Exploración Blindado adyacente que murieron en la acción aludida, según lo consignado por el teniente coronel Emilio Guillermo Nani en la carta publicada en el diario “La Nación” el 23 de enero pasado, fueron: mayor Horacio Fernández Cutiellos, teniente Ricardo Alberto Rolón, sargento ayudante Ricardo Raúl Esquivel, sargento Ramón Wladimiro Orué, cabo primero José Gustavo Albornoz, soldados Héctor Cardozo, Martín L. Díaz, Roberto Tadeo Taddía y Julio D. Grillo y comisario inspector Emilio García García y sargento primero José Manuel Soria (estos dos últimos de la policía bonaerense).
 
El distinguido oficial mencionado acusó de ingratitud a tal omisión. Ciertamente que la hay, pero también algo que él, si entrevió, no puede denunciar por su humildad y sencillez, patentes para los que lo conocemos, especialmente en la narración de sus hazañas bélicas ‒aunque así no las describa en verdad lo fueron‒ ante auditorios juveniles.
 
Es que el teniente coronel Nani, héroe sobreviviente de las dos guerras que afrontó nuestro Ejército en el siglo veinte, está hoy sujeto a inicuo proceso y preso. En esa condición, por su obligada ausencia, fue, para los organizadores de los homenajes, el impedimento de la realización de éste; ¿cómo justificarla, tratándose de uno de los protagonistas principales de la recuperación del regimiento de La Tablada?
 
Queda así como piedra de escándalo, como escollo imposible de superar para la mala conciencia de jerarquías que bastardean las dignidades de la República y que, en su cumbre ‒el Ministerio de Defensa‒ encuentra a un “correligionario” de aquellos que, desempeñando entonces importantes cargos públicos, fueron acusados de actuar en connivencia con los atacantes de la unidad, denuncia convalidada por el presidente Frondizi.
 
¿Qué puede sorprendernos esa manipulación, por no calificarla de manoseo, de situaciones que hacen al honor debido a nuestros soldados, en el caso, de uno de los mejores, si hoy nomás, en un episodio trágico, mezquinan homenajes ‒el duelo anunciado pero incumplido por los tripulantes del “ARA San Juan”‒ debido a “conveniencias de imagen”?
 
Es un signo de los bajos tiempos que nos tocan, el que nuestros pretensos dirigentes ‒que no lo son por servir a poderes tenebrosos‒ ajustan sus acciones a las encuestas, cuando, los hombres de bien, aquellos que ejercen el señorío, someten sus conductas solamente al recto juicio moral.
  
Pero, ¿qué otra actitud podemos esperar, cuando en el interior de los templos encontramos comportamientos similares? Me contaba, las otras noches, Clarita, mi mujer, ella siempre observadora atenta, que advirtió en las pocas misas nuevas a las que asistimos, siempre por compromisos sociales, que llegado el momento de comulgar, el celebrante ‒o presidente de la asamblea, como les gusta presentarse‒, son indagados los feligreses sobre la manera de hacerlo: en la boca o en la mano.
 
Juan Alberto Lagalaye

Comprobaciones



IDEOLOGÍA DE TRAPO
 
“Decí por Dios que me has dao, que estoy tan cambiao, no sé más quién soy”
(“Malevaje”, de Enrique S. Discépolo y Juan de Dios Filiberto)
 
El 10 de diciembre de 1974, el Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de los Estados Unidos, emitió un estudio titulado “Memorando de Estudio de Seguridad Nacional” Nº 200, supervisado por Sir Henry Kissinger, el estudio conocido por la abreviatura NSSM 200, fue ordenado por Richard Nixon, el 10 de agosto de 1970, siendo la primera vez que un presidente de Estados Unidos, definió el aumento de la población del tercer mundo como una amenaza a la Seguridad Nacional del país del Norte, el Memorando esboza las repercusiones políticas y económicas internacionales del crecimiento demográfico, e incluye recomendaciones a las correspondientes agencias yankees para tratar con asuntos de población en el exterior, particularmente en los países en vías de desarrollo.
 
El NSSM 200 nombra a 13 “países clave” en que los Estados Unidos tienen un interés político y estratégico especial, que requiere imponer una política de control o reducción de la población, por la razón de que se considera que el efecto de ese crecimiento demográfico, probablemente aumentara su poder político, económico y aún militar a escala regional y quizá hasta mundial.
 
El mismo Kissinger temía que los países cayeran en la cuenta de que los programas internacionales de reducción de la población tienen el objetivo de socavar su potencial de desarrollo y también de que algunos líderes de países desarrollados vean las presiones en pro de la planificación familiar como una forma de imperialismo económico racial, lo que podría dar lugar a una grave reacción, por lo que aconseja que debe evitarse que los líderes de los países menos desarrollados, fortalezcan su compromiso, para que esa política no sea vista como una maniobra de los países industrializados para preservarse los recursos para uso privativo de los países ricos, el Memorando 200 también pone énfasis en el acceso norteamericano a los minerales estratégicos de los países subdesarrollados, por tanto, la reducción de su crecimiento demográfico haría más políticamente seguro el acceso a sus recursos. Así, la reducción de las presiones demográficas, mediante la reducción del ritmo de nacimientos puede aumentar las posibilidades de estabilidad, y esa política deviene intrínseca a los intereses económicos de los estadounidenses.
 
De esta necesidad surge la guerra política cultural, mediante el bombardeo a saturación de consignas especialmente a la juventud, mediante la acción y captación psicológica y la penetración cultural de la cultura de la muerte, y aceptar la destrucción de toda identidad y orgullo nacionales. Éstos métodos de lavado de cerebro tiene sus orígenes en los tanques de pensadores del Instituto Tavistock de Londres cuya función es el estudio del manejo de la conducta individual y colectiva, éste Instituto inglés posee una cadena de filiales en Estados Unidos, uno de ellos es el Standford Research Institute (SRI), donde se desarrolló un método denominado “las imágenes cambiantes del hombre”, que consiste en la adaptación gradual a las condiciones morales en progresivo deterioro, por ejemplo, el aumento gradual de pornografía, la promoción lenta, pero incesante del aborto, la homosexualidad, y la ideología de género, precisamente diseñada para destruir en principio la identidad personal, y de ahí la nacional, para evitar la preservación y defensa de la Patria. Al destruir la voluntad para conservarla y mantenerla. Porque este invento de la ideología, es absolutamente falso desde el punto de vista biológico, y en cuanto a la identidad, ésta consiste en un conocimiento íntimo, una conciencia, una intuición de una cosa, que se unifica con el conocedor. Que es uno mismo, al decir de Hilaire Belloc en “Europa y la Fe”, “no admitiendo en este caso ninguna teoría de punto de vista, que es válido para algo exterior, pero no puedo haber un punto de vista de un hombre con respecto a sí mismo”, y todos estos inventos adobados con palabras también inventadas, que sirven de “gatillo”, para crear la división y lograr una reacción: “represión”, “autoritarismo”, “discriminación”, “con mi cuerpo hago lo que quiero”,repetidas sin piedad por gobernantes y medios cipayos, tomando como blanco favorito adolescentes y niños en edad escolar.
 
De esa manera lograron extirparnos los dos instintos básicos más importantes, no ya en el hombre, sino en los animales (todos), en primer lugar la defensa del territorio y de las crías y en segundo el de jerarquía. El primero reemplazado por el pacifismo baboseante de Alfonsín, que incita a rendirnos con todas las banderas ante el más inaudible aullidito de la más insignificante alimaña y aceptar el asesinato de nuestras crías aun por nacer, para evitar la explosión demográfica, incómoda para los intereses imperialistas, y en cuanto a la jerarquía, fue suplantada por el término autoritarismo, recordando que este término fue el slogan del “Proyecto Democracia” de las Naciones Unidas, derivado del libro “El Hombre Autoritario”, de Theo Adorno, sociólogo, musicólogo y agente del MI5, Director de la Escuela de Frankfurt, filial de la Sociedad Fabiana de Londres, quien enviara a Aldous Huxley y a H. G. Wells a Estados Unidos para implantar el rock y las drogas en las universidades California y promover el movimiento Hippie; según este sujeto, autoritario es todo aquel que crea que la vida debe regirse por principios metafísicos: Dios, la verdad, la moralidad, o la razón. Bien, a partir del advenimiento de Alfonsín se borró el término jerarquía del vocabulario oficial y de los medios, reemplazado por autoritarismo, repetido hasta el agotamiento. Hasta lograr el sueño desmesurado de un mundo con un solo gobierno y formar sociedades netamente paganas, ferozmente materialistas, sin vestigio de los valores espirituales que fundaron la civilización.
 
A esta altura es válido preguntarnos de donde surge semejante despropósito, al respecto también vale la opinión de don José Ortega y Gasset, quien dice en “Psicología del Cascabel”: “He combatido la tendencia a creer que en la evolución de la cultura cada nuevo estadio suprime el anterior y todos ellos suponen la muerte previa del salvajismo. Del mismo modo se imagina que en el desarrollo del organismo, hasta su culminación cada etapa implica la supresión de la antecedente; Hegel, vió muy bien que en todo lo vivo -la idea o la carne- superar es negar; pero negar es conservar. El siglo XX al XI en “la medida que niega sus peculiaridades; pero esta negación supone que el siglo pasado perdura dentro del actual, como el alimento en el estómago que lo digiere”.Bien, de la misma manera, en este afán de implantar un neopaganismo persiste “el espíritu de Juan Calvino y su poderoso sistema de teología deforme”.
  
Dice Hilaire Belloc en “Así Aconteció la Reforma”. “Siendo él quien convirtió la humildad en futeza y el apetito de dinero en virtud”. “Basó Calvino su sistema en la antigua herejía maniquea y sostenía que, si, Dios se había hecho hombre y había muerto para salvar a la humanidad, pero solo en determinado número de personas, en favor de las que había actuado, quedando en pie la idea de lo inexorable y reconociendo la igualdad del bien y del mal, que rápidamente se convierte en adoración del mal”. “Calvino aceptó la inmortalidad del alma, pero la transformó en una inmortalidad fatal, que separa a los pocos predestinados a la beatitud, seguía siendo fatalidad, como lo era para los millares predestinados a la desesperación, y así, en definitiva, proporcionó a los hombres un poderoso objeto de adoración y poderoso apetito humano,  que el catolicismo combate, este nuevo objeto de adoración era el amor por el dinero. Sus discípulos eran los elegidos, los condenados eran los otros: en cuanto al amor por el dinero, fundó una filosofía que negaba las buenas obras y se burlaba de la abnegación, y así, Calvino pedía a los hombres que se enriquecieran y así lo han hecho”. De donde resulta que la predica constante de Alfonsín no es más que una versión autóctona del calvinismo, con su famosa antidiscriminación, y es el cumplimiento de la profecía del “Cambalache” discepoliano; “donde todo es igual y nada es mejor, donde no hay aplazaos ni escalafón, y donde los inmorales nos han igualao”, especie de alfonsinismo canyengue, que dio el puntapié inicial, que sus fieles seguidores continuaron y mejoraron. Siempre obsecuentes a la voz de bwana,aceptando en las escuelas primarias la inclusión de la educación sexual y la contracultura de la muerte, la ideología de trapo, la homosexualidad, el aborto y todo el combo, a todo lo cual debemos oponernos con firmeza, antes de que alcancen su objetivo común: la disolución nacional.
 
No, no, sin sonrisitas, por favor, porque esto parece la desmesura de un trastornado, y, de hecho lo es, pero no lo digo yo; lo dijo Richard Gardner, miembro del Council On Foreing Relations (CFR) y de la Comisión Trilateral, cuando era embajador de estadounidense en Roma, en Abril de 1974: “llegaremos a poner fin a las soberanías nacionales, corroyéndolas pedazo a pedazo”. Y una de las formas más eficientes de lograrlo es imponer toda la estrategia de la contracultura de la muerte, es decir, todo el combo pergeñado por el SRI y la ONU. Porque la vida es un complejo autonómicamente regulado por la continuidad del germino-plasma (Prof. Christofredo Jakob: “La definición científica de la vida”, Bs. As., 1936). Y Dios ha querido hacernos colaboradores en su obra creadora, e instituyó desde el principio el Único Matrimonio hombre-mujer y le dio la Jerarquía de Sacramento. Ahora, si estos delirantes unimundistas llegaran a tener éxito en su campaña contra la Ley Natural, lo que mucho dudo, destruyendo el matrimonio y la familia, llegarían a plantar su imperio en un desierto.
 
Vicente Cadenas

Sombras de la China



MARCELO SÁNCHEZ SORONDO ENCONTRÓ UNA CHINA
 
De acuerdo a la información Sanchez Sorondo, filósofo poscristiano, mandadero todoterreno, lo que Fidel llamaría un completo lamebotas, el mismo que preside la Academia de Ciencia del Vaticano, es quien estaría entusiasmado –y el dato no es menor‒ el hombre encontró una China.
 
Pero hay algo más, de sus declaraciones surgiría que no solo encontró una China, sino que impresionado por la belleza del descubrimiento no dudó en calificarlo como extraordinario.
 
Es decir que el tipo encontró una china extraordinaria y, claro, está contento…
 
Y nosotros deberíamos creerle, porque el que habla es un dignísmo filósofo: “Se trata del lugar en el mundo donde más acabadamente se materializa la Doctrina social de la Iglesia”.
 
Bien hecho, bien pensado y bien dicho, Sorondo. Mire, para mí que el jefe lo asciende. Misión cumplida.
 
Claro que de lo que está hablando, es de algo que no tiene absolutamente nada que ver con lo magistralmente expuesto por León XIII y tantos otros Papas, es decir con las mejores enseñanzas y la más alta tradición que en doctrina social tiene la Iglesia.
 
No. Para nada, el tipo está hablando de una nueva doctrina social la denominada Doctrina Bergoglio-Grabois, también conocida como la doctrina del comunismo cristiano.
 
Es sabido que estos dos estudiosos del marxismo, elaboraron en colaboración con un selecto grupo de católicos y hombres de probada buena voluntad digamos: Fidel y Raúl Castro, Zaffaroni, Esteche, Tucho Fernández, Slokar, el caballo Suárez, Boff, Carlotto, D´Elia, Maduro, Evo, “los troscos de Dios”. y la participación especial de Cris, una Suma de marxipopulismo para católicos.
 
Este corpus de doctrina fue rápidamente tomado y puesto en práctica por los chinos con resultados que ‒según Sorondo‒ no podrían ser ni mejores, ni más alentadores, ni más acabadamente cristianos.
 
Algunos mal intencionados dirán que, en esa idílica China campea un ateísmo más bien bravío, pero la realidad es otra, según explica con lucidez Sorondo, eso estaría exagerado por la prensa y los medios yanquis y por grupos retrógrados de la Iglesia, y que –y aquí viene lo interesante‒ los chinos se mostraron dispuestos a negociar, co mo un gesto de amplitud intelectual, mano a mano el tema de Dios, a cambio de destrabar el comercio.
 
Se ve que monseñor ha sobrepasado ya la pendiente de la más ciega decadencia no solo moral sino intelectual.
 
Sabemos que el pobre hombre venía en una cuesta abajo que metía miedo. Fueron demasiadas horas dedicadas a reuniones con Rocio y Maradona, con masones, con abortistas y ateos y marxistas de todo calibre, en aras de la nada, como para salir ileso.
 
No es difícil sospechar que ésta, su sobreactuación del servilismo, haya hecho palidecer la estrella de lacayo insigne que lucía Cámpora y que, hasta la llegada de  Sorondo parecía imbatible.
 
Que haya cristianos en la china comunista y rabiosamente atea –esa que admira Sorondo‒ que deban pasar temporadas en campos de reeducación afin de “olvidar a Dios” en realidad no deja de ser un detalle, si se quiere pintoresco, pero como bien dice el tipo: “todos trabajan, trabajan, trabajan, sin villas” una apreciación que ni Stalin hubiese formulado mejor.
 
La otra posibilidad sería que el tipo ahora fuese un marxista convencido y no por encargo o mandato. Y que sus muchos años de Santo Tomás y Fabro y vaya uno a saber quiénes más, lo hayan iluminado y y le hayan permitido darse cuenta que, finalmente Foucault, Vattimo y Marcuse, tenían razón y que aquello del Aquinate no pasaba de un cuento chino, ‒perdón‒ de un cuento imperialista.
 
Como a propósito resuena la voz del jefe: “no hay que tenerle miedo al marxismo” que, todos lo sabemos, tantos y tan maravillosos resultados de progreso, bienestar y libertad, trajo para mas de cien millones de muertos, es decir para la humanidad.
 
Sorondo, como nos da algo de lástima y un poco más de asco, rezaremos por usted, o mejor no, porque desde hace unos días, cuenta con la fervorosa plegaria de Xi Jinping, Zanini, Conti y Bonafini y qué mejores intermediarios para un monseñor pro chino.
 
Miguel De Lorenzo

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